Por: Darío H. Schueri – Desde Santa Fe
Omar Perotti logró lo que en el aeropuerto de Ezeiza no pudo La Cámpora y luego el mismísimo Presidente de la Nación: la foto con Lionel Messi.
Fue en el aeropuerto rosarino de Fisherton cuando Lionel Messi y Angel Di María llegaron el martes por la tardecita para pasar las fiestas con sus familiares. Allí estuvieron en la pista saludándolos el Gobernador Omar Perotti y el presidente del directorio del Aeropuerto “Islas Malvinas” Eduardo Romagnoli.
Desde la Casa Gris confiaron a este Diario que el encuentro no estuvo programado, que se habían enterado una hora antes que llegarían los vuelos (de Messi y Di María) y que solo hubo un saludo “informal y afectuoso”, pero que “no fue una recepción, ni algo institucional”.
Canta el solista Coti en su tema Nada de esto fue un error: “No fue de casualidad: Yo quería que nos pasara. Y tú, y tú lo dejaste pasar”. La foto y el video de Omar Perotti abrazando a Lionel Messi pasó porque Messi quiso que pasara.
Bien podría el campeón del mundo haberse negado, con la legítima excusa de no echarle más leña al fuego que se incendió apenas pisaron suelo argentino con la copa del mundo, cuando el presidente de la AFA Claudio “Chiqui” Tapia lo “cortinó” (a Messi) para que el Ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro no se acercara a saludarlo; y todos los hechos que el mundo pudo observar durante la caravana y los festejos, que por poco no terminaron en tragedia, cuando dos exaltados se arrojaron desde un puente sobre el colectivo descapotado que transportaba a los jugadores. Dicen que ahí se decidió suspender la caravana y emprender el regreso al predio de la AFA en helicópteros.
La selección de fútbol no quiso caer en la grieta
El Presidente de la Nación Alberto Fernández no pudo tener la fotografía institucional con la selección de fútbol campeona del mundo, como seguramente tuvieron todos los presidentes de los países campeones, por obra y gracia de las devastadoras internas que devoran su gobierno.
Los jugadores del seleccionado lo sabían y por eso lo evitaron. Como el mismísimo Papa Francisco, quien quizás muera sin haber pisado suelo natal durante su papado, el tándem Messi – Scaloni tampoco quisieron caer en esa división binaria y maniquea de la sociedad argentina entre kirchneristas y antikirchneristas, identificada por el periodista Jorge Lanata como “grieta”.