Por: Darío H. Schueri – Desde Santa Fe 24/9/23
Enfrentada a un panorama difícil ante la consolidación – se supone que en no más de 30 puntos – del voto peronista (hacia Massa, pero podría ser ante cualquiera) y un Javier Milei que en el peor de los casos estaría creciendo “solo” cinco puntos desde las PASO (según Federico Aurelio), la candidata de JxC Patricia Bullrich que ya habría consolidado la sumatoria de las primarias, bajó a Santa Fe para ver si puede anclar el millón de votos de Maximiliano Pullaro.
“Que Santa Fe la ganamos como el 13 de agosto, de eso no queda ninguna duda, ahora vamos por los puntos necesarios en todo el país para entrar el balotaje con Milei”, se esperanzaba el presidente del PRO santafesino Cristian Cunha en la peatonal santafesina atiborrada de transeúntes sabatinos y comerciantes que desesperaban por una foto con Patricia Bullrich; ¿todo eso serán votos, ó simple cholulismo?, le preguntábamos, casi a título de comentario, a Maximiliano Pullaro – objeto también del fervor popular – quien de manera firme, contundente y con su distintiva mirada penetrante y desafiante no vaciló en afirmar que serán votos.
“Lamentablemente” para nosotros, el titular del PRO nacional Federico Angelini echó por tierra nuestra intuición de que la sociedad argentina terminará con sus ansiedades el domingo 22, sin esperar al balotaje del 19 de noviembre para conocer el nombre del nuevo Presidente/a: “matemáticamente es imposible; nadie podría llegar a los 45 puntos teniendo en cuenta que solo podrían irían a votar unas tres millones de personas más que en las PASO”, razonó mientras auguraba que el voto “sub 50 y sub 60” (los “Baby Boomers”) vayan a votar masivamente por Bullrich; porque los de las “Generación Y” o “Millennials” lo harán por Milei . ¿Y si fuera Massa quien entrare el balotaje con Milei?: “ahí sí que la sociedad ya no tendría derecho a la más mínima queja” deslizó angustiada Mariela, flamante presidente comunal radical de una localidad vecina que como tantos otros jefes comunales y municipales, habían venido a esta capital expresamente para saludar a “Pato”.
Lo cierto es que el candidato libertario, como Cristina Fernández en su máximo esplendor (el del 54% en primera vuelta del 2011) consiguió penetrar y manipular lo más preciado del ser humano: sus emociones; de allí que el politólogo, director de Synopsis Consultores Lucas Romero piense que “lo que está claro es que el resultado de esta elección nos va a develar, como nunca, en qué medida el voto es emocional (guiado por un sentimiento), en qué medida es racional (guiado por la razón), y en qué medida es identitario (guiado por un sentido de pertenencia). La pregunta intrigante para hacerse es si la sociedad aún quiere un cambio dentro del mismo orden político, o si ya se pudrió tanto que pretende disrumpir el orden político existente. Pregunta que claramente responderá el resultado electoral”.
Pullaro define el gabinete
Esta semana el gobernador electo Maximiliano Pullaro quiere definir los nombres de quienes formarán parte de la decena de colaboradores de primera línea – ministros – con los que habrá de trabajar a partir del 10 de diciembre, y de quienes quiere que ya mismo comiencen a explorar en la transición de las distintas áreas de gobierno, conforme lo pactado con el gobernador Perotti.
Apelando a nuestra prudencia en dar nombres y encuestas, solo diremos que Pablo Olivares en economía y Lisandro Enrico para obras públicas son los dos únicos nombres por ellos mismos confirmados. Olivares ya debe estar pensando en el cuerpo de colaboradores para su ministerio, atendiendo a la “máxima de Maxi”: “la menor cantidad posible de personal político”; quiere un gobierno austero.
En cuanto al exitoso senador por General López, antes de jurar como ministro de obras públicas deberá dirimir constitucional y reglamentariamente el deseo de pedir licencia en su banca en lugar de renunciar. Enrico quiere que esa licencia contemple la asunción de su suplente para, si él lo desearía, poder volver a ocuparla nuevamente. Una cuestión vidriosa que deberá resolver la nueva conformación de la Cámara Alta en la Sesión Preparatoria.
Del resto del gabinete solo trasciende que de los actuales 13 ministerio que hoy tiene Omar Perotti, desaparecían como tales Ambiente y Cambio Climático (sería secretaria de Producción, adonde irían también EPE y Enerfé), Gestión Pública se fusionará con Gobierno; mientras que Igualdad, Género y Diversidad pasaría a ser también secretaría, en este caso de Desarrollo Social.
Políticamente el radicalismo tendría el control de por lo menos media docena de ministerios con gente del riñón de Pullaro, mientras que por ahora el PRO se haría cargo de Trabajo y desde el socialismo, sean del sector Clara García o Antonio Bonfatti aseguran no haber recibido invitación alguna para ocupar carteras ministeriales.
Desde el periodismo tenemos confirmados el 90% de los nombres para ocupar esa decena de ministerios, con representantes de Coronda, Venado Tuerto, Ambrosetti, Rosario, Reconquista y Santa Fe capital.
Maximiliano Pullaro con su millón de votos en la mochila – que literalmente siempre cuelga de su espalda – tiene la enorme responsabilidad, no escrita más que en el inconsciente social, de resolver las demandas intrínsecas por las cuales lo votaron masivamente para satisfacerlas lo antes posible. De ahí su expreso pedido para que el gobierno nacional esté en perfecta sintonía con el propio.