La desregulación portuaria que permitió la ley 24.093 (1992) descentralizó política y financieramente el sector, generando puertos de usos públicos (nacionales, provinciales, municipales) y privados para su gestión, definiendo sus destinos como comerciales, recreativos e industriales. La ley determinó la transferencia de los puertos a sus provincias respectivas, y en el caso de los puertos de Rosario, Buenos Aires, Quequén...