Millones de artefactos encendidos, agua potable que se desperdicia, toneladas y toneladas de papel que se descarta sin ser reciclado. Es necesario tomar conciencia del daño ambiental que genera el derroche y el mal uso de los recursos disponibles, y el día en que eso ocurra no se puede demorar más.
La eficiencia energética es una práctica que tiene como objeto reducir el consumo energético, manteniendo los mismos servicios energéticos, sin disminuir el servicio, confort ni la calidad de vida, asegurando el abastecimiento, protegiendo el medio ambiente y fomentando la sostenibilidad.
Difundir y promover conductas responsables en nuestros espacios habituales, en nuestras vidas y en la sociedad en general es un paso fundamental para comenzar con el cambio.
Tips para que tu hogar se vuelva eco friendly:
- Administrá todas las facturas online, con esto evitamos el envío masivo de correspondencia. La mayoría de las grandes empresas ya nos dan esta posibilidad.
- Reutilizá las bolsas de las compras, por ejemplo para la basura o el reciclaje selectivo.
- Comprá alimentos ecológicos. Además de ser más respetuosos con el medio ambiente, te aseguras de que no contienen pesticidas u otros productos.
- Aprovechá la noche para cargar el móvil, las baterías de nuestros pequeños electrodomésticos, las pilas recargables, poner el lavavajillas, la lavadora, secadora. Por la noche se produce un exceso de producción de energía eléctrica que podemos aprovechar, así contribuiremos a reducir la producción eléctrica en horas de máximo consumo.
- Desenchufá cualquier aparato que no uses. No sólo ahorrarás electricidad, sino que también evitarás que envejezca innecesariamente.
- Separá los residuos orgánicos (restos de comida, frutas, verduras, cáscaras) de los inorgánicos (papeles, periódicos, cartones secos, envases de vidrio, aluminio o plástico). Los primeros son biodegradables ya que se descomponen naturalmente, los segundos deben ser reciclados por métodos artificiales o mecánicos, ya que por sus características químicas sufren una descomposición muy lenta.
- Apagá las luces cuando salgas de una habitación o puedas usar iluminación natural. Para las paredes, elegí colores claros y colocá espejos para potenciar el efecto lumínico sin necesidad de prender tantas luces. Además, no te olvides de elegir lámparas de bajo consumo.
- Recolectá el agua de lluvia en baldes, almacenala en envases con tapa y utilizala para lavar el auto, los platos, la ropa, la limpieza general y regar las plantas. Solo el 0,26% del agua del planeta es apta para el consumo humano, motivo por el cual es de vital importancia cuidar este recurso y optimizar su uso.
- Antes de tirar algo pensá de qué manera lo podés reciclar. Por ejemplo, los frascos de vidrio en los que vienen el café o la mermelada pueden reutilizarse para guardar especias o frutos secos; los tubos de cartón de los rollos de papel pueden usarse para hacer un portalápices y si tenés restos de tela, podés cortarlos en tiras para tejer una alfombra.
- Armá tu propia huerta: en pequeñas macetas podés tener plantas aromáticas para utilizar en tus comidas como albahaca, tomillo, menta y romero, entre otras.
- Desechá responsablemente los residuos electrónicos: Las computadoras, teléfonos celulares, baterías y otros artículos de electrónica que ya no sirven no pueden tirarse en cualquier lado. Hay organismos que se ocupan de recibir estos residuos electrónicos. Averiguá cuál es el que corresponde a tu ciudad o barrio y llevalos para que puedan ser reciclados.
- Ventanas con doble vidrio: Colocá ventanas de doble vidriado hermético con cámara de aire. Este sistema produce un aislamiento que permite mantener el calor los meses de invierno y el ambiente fresco en los de verano. De esta manera se puede reducir hasta un 50% el consumo de energía.
- Lavarropas lleno: Utilizá el lavarropas en su máxima capacidad de llenado de prendas y solo con la opción de agua caliente en el caso en que las prendas estén muy sucias.
Fuente: ve.emedemujer.com