En abril, la concejal presentó el proyecto para regular las plataformas digitales utilizadas para el transporte de personas, tal el caso de Uber. Pero desde entonces, lejos de perder relevancia, tomó más vigencia que nunca.
“Desde entonces, claramente se profundizó el problema de la movilidad en la ciudad, y lo decíamos que iba a pasar. El servicio de taxis viene siendo muy malo, la pandemia lo que hizo desnudar la crisis que hay, esto aparejado a que el servicio de colectivos tampoco funciona bien. Y hay que sumarle la sanción de la ordenanza de Alcohol Cero, ya que la ciudad tampoco está preparada para dar respuesta a esa demanda”, explicó la edil en diálogo con ON24.
Y, señaló: “Estamos recibiendo a las diferentes entidades nucleadas en remises y taxis, cámaras, sindicatos, el grupo de mujeres de She Taxi, y lo único que plantean es la posibilidad de un aumento. No hay ningún tipo de planteo de las entidades para mejorar el servicio público de taxis”.
En ese marco, Ghilotti destacó: “Volvimos a poner sobre la mesa, que es importante empezar a pensar otra movilidad en la ciudad y esa nueva movilidad no puede dejar de lado al servicio que se brinda a través de las aplicaciones. En el proyecto, lo que planteamos es regular las aplicaciones de traslado privado de personas, que está habilitada como actividad legal en el Código Civil. No asimilarlo a un servicio público, sino que esté regulado dentro del traslado de punto a punto, para que una persona pueda llamar a un vehículo particular mediante una aplicación”.
Asimismo, aclaró que “si bien la empresa más conocida es Uber, el objetivo es regular todas las aplicaciones, para que puedan tener un marco de trabajo, y que sea una competencia leal desde lo impositivo”.
“Que tributen en Rosario como cualquier empresa o persona física que realiza una actividad comercial. Si a eso no le damos un marco regulatorio, no va a estar dentro de las reglas del juego de cualquier persona o empresa que viene a realizar una actividad a la ciudad. También hablamos con emprendedores locales que tienen desarrollado aplicaciones, que están totalmente de acuerdo con la regulación”, amplió la concejal.
Con respecto al cuello de botella que se da ante una gran demanda y poca oferta de unidades, Ghilotti analizó: “Se traba en una decisión política, hay una mayoría de espacios políticos que se oponen con las mismas excusas de hace 20 años, en discusiones anacrónicas y que no permiten en desarrollo de la ciudad. Una de las excusas, que es imposible de comprobar, es que esto rompe los sistemas públicos, cosa que no es así, ya que hay infinidad de demanda, pero no hay oferta para dar respuesta”.
Y consideró que “para poder resolver problemas profundos en la ciudad, y uno es la movilidad, hay que tener coraje y decisión política, que no están teniendo ni el bloque oficialista, que defiende los intereses del intendente por supuesto, y ni hablar el peronismo, ni el bloque que representa a la izquierda que es Ciudad Futura”.
En tanto, dio como ejemplo: “En el lugar que está regulado es Mendoza y funciona muy bien”.
Finalmente, sostuvo que “en Rosario tenemos una situación más compleja, porque el año pasado se aprobó una ordenanza que modificó las sanciones al transporte ilegal e incorporó a las aplicaciones de traslado de personas dentro de transporte ilegal, cosa que nuestro espacio político voto en contra. Pero eso profundiza el accionar de persecución que hace el municipio a las personas que quieren genuinamente trabajar en una actividad legal, habilitada por el Código Civil”.
