Experimentar cambios no suele ser fácil para una persona o un grupo de ellas. Cuando estás tan cerca de gente que se anima a experimentar cosas novedosas, te das cuenta de lo dificultoso que resulta para algunos adaptarse a las modificaciones.
Los profesionales, muchas veces observan que los productores que se acercan en busca de asesoramiento miran con recelo el servicio de implementación de sistemas de gestión. Estos son un gran interrogante todavía en el agro, pero que a la vez, es posible encontrar más y más productores satisfechos con su utilidad.
Los sistemas de gestión son una herramienta que muchos de los productores desconocen y que cuando escuchan hablar sobre ellos, su primera reacción no necesariamente es una buena impresión. Es algo entendible porque le estamos confiando nuestros números a un sistema que desconocemos.
Está comprobado que 7 de cada 10 implementaciones de software han fracasado. ¿El motivo? La mayoría se han llevado a cabo sin un equipo administrativo lo suficientemente capacitado para garantizar una eficiente gestión.
Implementar un sistema de gestión es un proceso altamente complejo y ahí es donde los expertos entran en acción, con la intención es acompañar a los productores durante el proceso teniendo en cuenta las distintas etapas que a este conciben. Cuánto más profesionalizada esté la implementación, más oportunidades de triunfar tendrá.
En el agro hay muchos establecimientos que no se caracterizan por planificar ganancias y costos que se pueden dar a mediano o largo plazo. Muchos de los productores manifiestan que una situación que los disgusta mucho es cuando el contador los contacta para informarles que deben abonar una suma exorbitante de IVA en el plazo de dos días. Llevando un sistema de gestión – y la administración de la empresa – al día ya no es necesario preguntarle al contador, la información la posee la empresa misma.
Una herramienta como lo es un software nos permite tener la información dentro de la empresa facilitándonos los números correctos de cada unidad de negocio. Con esto, por ejemplo, es más fácil definir cuál será nuestra rentabilidad proyectada.
Otra actividad que resultará mucho más fácil es el análisis de cada una de las cuentas corrientes con las que la empresa opera. Con normalidad esta es una tarea que dificultosa que se vuelve mucho más simple con un software.
Incorporar esta tecnología en el día a día del productor es complejo, pero aquellos que lo han hecho admiten haber sufrido cambios muy positivos en su forma de trabajo pero sobre todo en sus números.
Autor: Fermín Larrañaga