Claves de la nutrición del maíz tardío

El nitrógeno es un nutriente que va a marcar fuertemente el desarrollo de nuestro maíz tardío, porque hay mucha degradación del suelo.

En el marco del Congreso de Maiz Tardío, el especialista del INTA Oliveros y el CONICET, Fernando Salvagiotti, abordó este tema y describió: “el nitrógeno es un nutriente que va a marcar fuertemente el desarrollo de nuestro maíz tardío, porque hay mucha degradación del suelo, pero no nos olvidemos que hay otros nutrientes que también están deficientes, por ejemplo el fósforo”.

También aseguró: “Sabemos que el nitrógeno va a hacer falta, porque tenemos altas demandas y queremos sostener una producción alta, pero pensemos que el fósforo, el azufre nos dan un marco y cada lote va a tener diferencia de rendimiento por no corregir estas deficiencias”.

Salvagiotti consideró que “el maíz tardío nos da la oportunidad de pensar un poco más. Por lo general lo plantamos en un período de mayor temperatura, con un régimen hídrico diferente, y además ese maíz tardío a veces está solo, después de tres o seis meses con el barbecho anterior de la soja, y a veces está sembrado con trigo de segunda, con una cebada o con un cultivo de servicio”.

Además planteó que una alternativa muy común es “sembrar maíz tardío para no fertilizar con nitrógeno, pero en los estudios que estamos realizando vemos que necesitamos corregir la cantidad de nitrógeno para poder aspirar a la máxima producción”.

El especialista marcó la necesidad de terminar con algunos paradigmas de la agricultura nacional, como sembrar un cultivo por año, en el verano, y dejando desnudo el suelo en invierno. “Eso comenzó a cambiar en parte con la siembra directa y con los transgénicos que ofrecieron una facilidad de manejo extra”.

Reconoció que “no es fácil hacer el maíz tardío, pero tenemos que cuantificar y tener herramientas y recursos para su implantación. Además, no nos tenemos que quedar en el maíz tardío, la vicia y el maíz tardío, el trigo y el maíz tardío, lo importante es lo que viene después. Tenemos que correr al maíz y pensar en la dinámica del suelo y el cultivo”.

Finalmente el investigador del INTA y del CONICET planteó que “el desafío de Argentina es invertir en lo que es el desarrollo de ciencia y tecnología, en la integración público privada y en tener mucho trabajo con los productores”.

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