Con el desafío de “ganarles” a las conocidas GoPro, un grupo de desarrolladores se ha unido para crear cámaras más inteligentes. Este es el caso de la nueva Graava, tan pequeña como la competencia, pero mucho mas capaz a la hora de editar la información que registramos.
Todo el que haya trabajado mínimamente el vídeo reconocerá que es un proceso que no termina en la captación, posiblemente sea la edición posterior el trabajo más pesado, y el que puede convertir en útil una grabación. Graava promete que su cámara nos puede echar una mano a la hora de seleccionar tomas, reduciendo un extenso metraje en pocos minutos, incluso segundos. En resumen, Graava introduce la “inteligencia artificial” para identificar momentos a destacar.
¿Cómo identifica los segundos más importantes? Pues tira de reconocimiento de imagen, para ver cosas diferentes que se mueven en la escena, también del micrófono para identificar sonidos, incluso mira en el acelerómetro y GPS para ver qué algo llamativo está ocurriendo. Incluso es posible fusionarla con un sensor de ritmo cardíaco.
A final de cuentas estamos ante una cámara de acción, que puede registrar vídeo en formato 1080p a 30 imágenes por segundo. Si queremos hacer fotos, nos contentamos con 8 megapixeles y una lente más adaptada al vídeo, con su gran angular de 130 grados. La cámara cuenta con una batería de 1.100mAh que le da una vida de grabación de unos tres horas, haciéndolo a la máxima calidad.
Por su inteligencia a la hora de captar cosas que se mueven en pantalla, puede servir como cámara de vigilancia. Ni por autonomía, ni por diseño está creada especialmente para ello, pero sí podemos captar unas horas de grabación de una estancia, y cuando termine, ellas nos enseñará los segundos de actividad en ella.
Graava estará disponible a comienzos del año que viene. Con la intención de reclamar la atención de potenciales compradores han querido poner un precio de reserva bastante atractivo, 249 dólares. Se espera que su precio normal esté más cerca de los 400 dólares.
