Campo y agroindustria aportan 1 de cada 5 pesos al estado

En el 2020, la agroindustria generó el 70% de los dólares que ingresaron al país en concepto de exportaciones.

El campo y las cadenas agroindustriales y agroalimentarias aportaron 1 de cada 5 pesos recaudados por el Estado Nacional en concepto de impuestos en el año 2020. Además, el 18,5% del empleo privado en Argentina está vinculado a las cadenas agroindustriales. Así, casi 1 de cada 5 puestos de trabajo son directa o indirectamente creados por el sector primario y sus industrias relacionadas.

Como tradicionalmente lo hace, uno de los aportes más importantes de la cadena agroindustrial a la economía argentina es la generación de dólares genuinos a través de sus exportaciones. Éstos contribuyen a apuntalar el equilibrio externo del país y estabilizar el valor del dólar. En el 2020, la agroindustria generó el 70% de los dólares que ingresaron al país en concepto de exportaciones, además de mostrar uno de los menores contenidos importados en las ventas al exterior.

En cuanto al aporte para recuperar la actividad económica luego del fatídico año 2020, las industrias relacionadas al agro disponen de importantes efectos multiplicadores sobre la economía en sus diversos eslabones. Se estima que por cada $1 que sube la demanda de bienes finales del sector Agricultura, silvicultura y pesca, la actividad económica crece en $1,64; en tanto que por cada $1 de incremento en la demanda de productos alimenticios y bebidas la actividad económica crece $ 2,14, de acuerdo con la matriz insumo-producto desarrollada para Argentina por la OCDE.

Finalmente, si bien el Valor Agregado Bruto (VAB) de la cadena agropecuaria cayó un 5% en el 2020, la participación del agro en el PBI creció al 17%, un máximo en más de 20 años. Sucede que si bien cadenas como trigo, maíz, producción porcina, entre otros, evidenciaron un crecimiento en el valor que agregan, éstos no logran compensar la caída del complejo soja, dada la mayoritaria participación de esta última en el total sectorial. Pese a ello, la producción y comercialización de productos agroindustriales es por definición una actividad esencial, manteniéndose operativa incluso en aquellos momentos donde otras actividades del entramado productivo nacional se veían afectadas por las medidas adoptadas para limitar el avance de la pandemia.

Fuente: BCR

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