Desde Texas, un grupo de investigadores lleva, desde 2013, tratando de mejorar la eficiencia energética que proporciona el cristal de las ventanas.
Su último avance es un excelente punto de partida, ya que con él se podrá controlar la luz y el calor procedente del sol de forma independiente. Este nuevo modelo fue denominado Cool.
El cristal que están desarrollando recurre a nanoestructuras en un vidrio electrocrómico, consiguiendo que una ventana pueda dejar pasar la luz pero no el calor y viceversa.
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