Acuerdo UE/Mercosur: tres miradas a un convenio que aún debe ratificarse

El Congreso Aapresid “Siempre Vivo, Siempre Diverso” ofreció un panel de sumo interés en el que se puso sobre la mesa el estado de situación del Acuerdo Unión Europea (UE) Mercosur.

Coordinados por Pedro Vigneau expusieron: Horacio Reyser (Fundación Pensar), Alvaro Ramos (ex Canciller y ex Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de Uruguay), y Jorge Neme (Embajador – Secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería Argentina).

El Acuerdo UE-Mercosur fue gestado en 20 años y recién en 2019 se concluyó la faz comercial, mientras que en 2020 pudo finiquitarse la parte de política y cooperación, en el gobierno de Mauricio Macri y en el de Alberto Fernández, respectivamente. Se lo considera muy amplio para dos regiones que comparten valores e intereses.

El Acuerdo debe ser ratificado para entrar en vigencia y a partir de ese paso -crucial- hay plazos previstos para la liberalización del mercado.

Horacio Reyser, ex funcionario de la Secretaría de Relaciones Internacionales de la Cancillería Argentina durante el gobierno de Macri, abrió advirtiendo que el Acuerdo “fue abandonado a su propia suerte por Argentina luego de su conclusión en junio de 2019”, agregando que “una de las primeras declaraciones del gobierno actual fue que este acuerdo es un acuerdo que nunca hubiera concluido este gobierno”. En la misma línea habló del anuncio de que Argentina “se retiraba de las negociaciones de libre comercio del Mercosur” en contrapartida a la intención de los demás países miembros del bloque.
El hombre de la Fundación Pensar destacó que esa situación “fue aprovechada por los lobbies de la UE que oponen al Acuerdo”, que son los proteccionistas agrícolas que no quieren los productos del Mercosur lleguen a la Unión Europea aduciendo que “sería el fin de la agroindustria y la ganadería europea”, aún cuando los volúmenes de ninguna manera significan tal riesgo.

Avanzando en sus consideraciones, Reyser sostuvo que “Argentina se encuentra ante una gran desorientación en su política internacional” sin condenar los hechos de Venezuela y permaneciendo en silencio ante los sucesos de Nicaragua. “Eso es inadmisible y nos coloca en una posición muy frágil”, sintetizó.

También dijo que “el campo es una de las columnas vertebrales de Argentina, es un garante de la institucionalidad por estar disperso a lo largo y ancho del país y ha demostrado su vocación exportadora y de ser competitivo”, tras lo cual citó la necesidad de reducir impuestos y costos laborales, mejorar la infraestructura y tener acceso a financiamiento.

“El cepo que se ha generado hacia la exportación de carne y a la actividad ganadera es de una irresponsabilidad gigantesca”, ilustró Reyser ante los requerimientos del Acuerdo UE-Mercosur. En la misma línea alistó el hecho de no tener relaciones comerciales con Brasil, “nuestro principal socio en el Mercosur”, dijo.

Otros ítems que dan la espalda al pretendido acuerdo, según la apreciación de Reyser lo constituyen “el endeudamiento interno y externo y la aplicación de impuestos desorbitados a la actividad privada para financiar un gasto público desmedido”.

Por su lado, Álvaro Ramos apeló al humor para referirse al Acuerdo: “Había una vez, hace muchos años, en 1991, del otro lado del Atlántico se firmó un documento de cooperación que será el orientador de negociaciones posteriores…”. En su racconto resaltó que el convenio incluye “la liberación progresiva del comercio agrícola y que tuviera las mismas reglas y normas que los bienes y servicios”, además de pautas de regionalismo abierto “que supone la creación de bloques comerciales regionales que no desvíen comercio”.

Hubieron hechos políticos, financieros, económicos e institucionales, que se manifestaron de manera diferente en los cuatro socios del Mercosur, hasta llegar a las consecuencias derivadas de la pandemia global.
Experimentado en la política, Ramos describió los escenarios que fueron desarrollándose en potencias como Estados Unidos de Norteamérica, China y otros países, y la influencia en el Acuerdo.

“El Acuerdo UE Mercosur no es exclusivamente de comercio. Es una asociación estratégica entre dos regiones que tiene un pilar político, un pilar económico y comercial, y uno de cooperación. En ese enfoque hay que considerarlo porque son los paradigmas fundacionales”, expresó.

Al cierre de su participación lamentó que “hay una enorme incertidumbre sobre si vamos a alcanzar o no el Acuerdo”. A su turno, Jorge Neme describió: “el gobierno argentino ha tomado la decisión de continuar las negociaciones, se avanza en la revisión legal, que es lo que está en marcha en este momento.”

Habló de obstáculos y diferencias planteadas por los negociadores europeos y aseguró que “se han ido resolviendo algunas trabas, pero aparecieron los cuestionamientos por el tema de sostenibilidad”.

Luego de una enumeración de gestiones realizadas por Argentina durante la presidencia pro-tempore del Mercosur, finalizada en junio último, Neme declaró que “hasta el presente los negociadores europeos no han entregado ninguna propuesta sobre la posibilidad de dividir el Acuerdo en dos”.

También citó que se iba a redactar un side letter de políticas ambientales sobre el que Argentina no pondría trabas, pero seguirá las condicionalidades y el punto de vista de la política brasileña.

“Es necesario que la propuesta europea nos llegue por escrito y en su formulación definitiva, cosa que hasta el momento no ha pasado”, manifestó.

Neme estima que las diferencias están en la política agropecuario porque los negociadores europeos consideran que afectan a sus intereses específicos. “Son diversos temas los que hacen que no podamos avanzar, pero quiero decir que esos temas están en las sociedades europeas y en la Unión Europea. Nosotros percibimos esa situación y estamos aguardando que se avance”.

“Una vez que se avance y se firme la corrección legal, se firmarán los documentos y pasarán a consideración de los congresos de cada país. Eso es lo que el Gobierno ha sostenido. Estamos aguardando para avanzar”, reiteró.

El secretario de Relaciones Económicas Internacionales puso de relieve que “para la Argentina hay un tema pendiente importante que es el de las identificaciones geográficas” que afecta a empresas de nuestro país que usan algunas identificaciones de productos desde hace más de cien años y Europa se resiste a reconocerlo.

En orden a otro punto saliente, Jorge Neme aseguró que Argentina “está negociando con el Fondo Monetario Internacional y el Club de París la normalización definitiva de nuestra situación financiera externa”. Pandemia mediante “se están haciendo todos los esfuerzos para resolver las situaciones del mejor modo posible”.

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