En el marco de Mercolactea 2015, se desarrolló el Salón de Quesos Gourmet un lugar para conocer y aprender a degustar los mejores quesos del país; a través de talleres, catas, degustaciones y maridajes. Entre las charlas se destacó Beatriz Coste, de la Facultad de Agronomía de la UBA, refiriéndose a “¿Cuántos tipos de quesos hay?”.
“No hay un número exacto, lo que si hay son familias de quesos: blando, semiduro, duro, quesos con ojos, quesos con moho en la corteza, como el camembert, queso azul como el roquefort. Uno habla más de familias, pero variedades hay muchísimas”, contó Beatriz Coste.
En Argentina contamos con más de 150 variedades de quesos; pero en Francia hay más de 400 y en Italia, más de 250. “Hay muchas variedades pero, a diferencia de otros países, los argentinos sólo consumimos algunas”, dijo Coste, y agregó: “Somos consumidores de quesos de vaca y sobre todo blandos; comemos mucho cremoso, port salut, cuartirolo, quesos blancos, untables. Después le siguen los semiduros, sobre todo con ojos, por ejemplo el pategras y el gouda. Y en tercer lugar están los quesos duros, y dentro de estos el sardo y el reggianito. Pero también tenemos romano, goya, parmesano, provolone, sbrinz”.
En Argentina comemos entre 11 y 12 kilos por habitante por año. “Comemos bastante queso, pero si nos comparamos con los europeos que comen más de 20 kilos por año, es poco; pero nos destacamos dentro de Sudamérica. Comemos básicamente quesos blandos y de vaca”, aseguró Beatriz Coste.
Las mismas empresas que elaboran los quesos de consumo tradicional también producen otras variedades, “los quesos están pasa que estamos acostumbrados a otros. Tenemos muchas variedades pero la gente se queda más en lo habitual, en los más conocidos. A veces es más difícil encontrar en el supermercado todas las variedades; por ejemplo un queso de cabra o de oveja lo tenes que buscar en un negocio más de delicatesen, no son tan masivos. Pero hay que buscar y probar”, dijo Coste.
De la mano del vino la gente comenzó a probar más quesos. “Buscando un acompañante para el vino, se empieza a hablar un poquito de quesos; hace 10 años un queso camembert o un brie era desconocido para la gente. Hoy la gente va buscando y probando, prueba un queso de búfala, una burrata -que es un queso típico de Italia-. Se está abriendo un poco el abanico de consumo. Pero cuesta bastante”, afirmó.
En Argentina, lo típico es comer el queso con fiambres, y el duro es para rallar. “Pero esta bueno consumirlo como los italianos: con miel, con nuez, o con fetas de pera. Queda buenísimo, y es una forma de fomentar el consumo”, recomendó Beatriz Coste, de la Facultad de Agronomía de la UBA, y agregó: “En Europa se consumen mucho con frutas, cuanto más intenso más dulce. Por ejemplo, a un queso azul ponerle higo, pasas. Un queso de cabra con pasas también queda bien. Para los semiduros, nueces, almendras, avellanas, uvas. La fruta te limpia la boca y te dan más ganas de comer”.