Los 37 grupos Regionales Aapresid se agrupan según área geográfica en 5 Nodos: Litoral, Centro, Oeste, Sur y Oeste medanoso. Cada año, los Nodos recopilan datos de sus Regionales para realizar Análisis de las campañas de fina y de gruesa, generando información de interés para la toma de decisiones: fechas de siembra y genética elegidas, estrategias de nutrición y protección de cultivos, rendimientos, entre otras.
El último Análisis de fina del Nodo Centro elaborado por el Ing. Agr. Dr. Ignacio Alzueta y publicado por Aapresid, arroja información interesante sobre el impacto de la fecha de siembra en los rendimientos en trigo y posibles ajustes a realizar.
El mismo abarcó 69.112 ha dentro de las 9 Regionales del Nodo divididas en dos zonas: Norte (Regionales Venado Tuerto, Pergamino/Colón, Junín, Chacabuco y Lincoln) y Sur (Regionales Bragado/Chivilcoy, 9 de Julio/Carlos Casares, 25 de Mayo, y Bolívar).
Elección de fecha de siembra y rendimientos
En la zona norte se observa una leve tendencia a bajar los rindes medios y potenciales a medida que se atrasa la FS. En la zona sur la caída no es tan marcada y se dieron buenos resultados en general.
Cuando se muestran los rendimientos promedio por quincena se ve que en siembras de fines de mayo en la región norte los ciclos cortos (CC) estuvieron marcadamente debajo de los ciclos largos (CL), mientras que en el sur, los CL tuvieron buenos rindes (como es de esperarse en esta zona no hay CC sembrados en esa FS).
En FS de 1era quincena de junio se equiparan los rindes de CL y CC en ambas regiones. Si bien este comportamiento se viene viendo hace tiempo, no siempre fue así: este “equiparamiento” se daba en siembras a partir del 15 de junio. En siembras de la 2da quincena de junio, los CC rinden igual o más que los CL.
Adelanto en la fecha de siembra, periodo crítico y heladas: ¿el cambio climático nos da una ‘yapita’? El máximo rendimiento en trigo se logra cuando la espigazón o periodo crítico coincide con un mayor cociente fototermal (Q). El Q mide la relación entre radiación y temperatura: cuanto mayor es esta relación, mejores son las condiciones de crecimiento y desarrollo para que el trigo exprese su máximo rendimiento.
Un mayor Q suele coincidir con FS más tempranas que las elegidas por los productores del Nodo, que en su mayoría siembran entre fin de mayo y junio para reducir los riesgos de heladas.
Pero en el tendal de malas noticias asociadas al cambio climático, no sabemos si por piedad o puro descuido, el calentamiento global le ofrece a los trigos de la región una ‘yapita’, adelantando la fecha de última helada entre 2 y 3 semanas respecto de la fecha histórica.
Según el informe, independientemente del largo del ciclo elegido, sería posible adelantar dos semanas la fecha de siembra (mediados de mayo) sin incrementar significativamente las probabilidades de heladas, haciendo coincidir el PC con mejores Q y, por tanto, obtener mejores rindes. Esta decisión, disminuye además el riesgo de exponer el grano a golpes de calor en llenado.
Por otro lado, permitiría adelantar unos días la cosecha del trigo y la fecha de siembra de la soja de 2da, con potenciales impactos positivos en el rinde esta última (teniendo en cuenta que la FS es uno de los principales determinantes del rendimiento de este cultivo).
Fuente: TA