Analizando el próximo ciclo agrícola

Para Teo Zorraquin, consultor en agronegocios, miembro de una empresa agropecuaria familiar y ex responsable del Area de Economía de AACREA, “hay factores externos que deben modificarse si queremos tener la chance de ganar plata. Por eso, cuando me preguntan cómo pienso la campaña 2015-2016, digo que es un año mucho más estomacal que cerebral. Hay que pensar: ‘en el mejor de los casos, empato’. Es decir, un escenario claramente complicado”, resaltó Zorraquin.

Según reproduce el portal Agroverdad, el especialista Reafirmo así una idea que ya había expresado en diciembre, cuando también estuvo disertando en un acto de la Bolsa de Cereales de Córdoba.

En esta oportunidad, tituló su exposición “Empresas agropecuarias, entre el hoy y el mañana”. Dijo que “el marco mundial ofrece claramente oportunidades para el negocio de producir alimentos”, pero que eso choca con un “marco interno con muchas incertidumbres que condicionan las decisiones”.

Entre ellas, enumeró los problemas de un país dividido, los conflictos entre el Poder Ejecutivo y la Justicia, la inflación, los cupos para poder exportar, el cepo al dólar, el atraso cambiario, la pelea con los fondos buitres, la presión impositiva y el creciente déficit fiscal.

En cuanto al ciclo que está finalizando, repasó que “se desmoronaron los precios y se tomaron créditos caros en pesos esperando una devaluación que casi no ocurrió”, lo que derivó en “falta de liquidez en medio de una inflación sin freno” que derivaron en un “quebranto generalizado” que no fue peor sólo por los excelentes rendimientos de los cultivos.

“Los rindes actuaron como un air bag: nos salvaron la vida pero el auto tiene destrucción total”, graficó Zorraquin y reproduce Agroverdad.

Para mostrar este mal presente, utilizó un ejemplo de un campo alquilado para el centro-sur de Córdoba, cuya producción fue de 40 quintales por hectárea de trigo y 33 qq/ha de soja, y dio un resultado 15% negativo. “Con una rotación del 25% de maíz, 60% de soja y 15% de trigo, la renta media fue del 12%, que significan 100 dólares por hectárea, sin repartir nada en tu familia ni devolverle a los bancos. Hay un quebranto generalizado”, evaluó.

Y la situación no parece mejorar a mediano plazo. Zorraquin hizo números pensando en un recambio de Gobierno que genere algunas medidas que levanten el optimismo, como una baja en las retenciones al trigo, precios iguales en soja, arrendamientos cayendo 20%, iguales costos directos en dólares con esa moneda devalúandose y la misma rotación de cultivos antes mencionada. El resultado no es muy alentador: “Una rentabilidad en dólares del 2% y en pesos del 25%. Lo mismo que un plazo fijo, que además no paga Ganancias. Y eso si se da todo el combo que enumeré”.

Por eso, Zorraquin resumió que, desde su punto de vista, la campaña 2015-2016 es “una transición hacia no se sabe dónde”. “Será un año muy financiero y para usar cabeza y estómago, porque haciendo cuentas solamente no va a alcanzar para poder decidir”, concluyó.

Zorraquin propuso al millar de asistentes a la Jornada una suerte de encuesta espontánea, a fin de que le transmitieran cuál era su expectativa para el futuro inmediato, desde el pesimismo máximo al futuro más floreciente. De todas las combinaciones, quedó como una expresión “media”, la de “medio optimistas”.

Esta manifestación, le permitió al conferencista inferir que se tienen reservas internas como para intentar atravesar el tambaleante puente del 2015, adoptando medidas que le permitan llegar a la otra orilla, que debe ser el objetivo de los empresarios agropecuarios, en la actual emergencia.

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