Por Lic. Bruno Conti (CIE Mat. 2-3724-8)
Hoy, es una frase muy en boga. La transformación digital no escapa a los oídos de empresas o emprendedores. Seguramente las interrogantes que surgen sean: ¿Qué es realmente la transformación digital? ¿Funciona? Y así podríamos continuar enumerando varios otras más, que suelen plantearse al escuchar la frase en cuestión. Les propongo que veamos la respuesta a estas preguntas con el fin de comprender mejor el concepto.
¿Qué es realmente la transformación digital?
Si la pensamos por su opuesto, es más sencillo de comprender: La transformación digital NO es incorporar tecnología porque sí. Planteado esto, podemos entender que la adquisición de tecnología debe alinearse con nuestra estrategia organizacional para ofrecer valor a nuestros clientes y, al referirnos a ellos, no hablamos solamente de a quién le acercamos un producto o servicio, sino que hemos de contemplar que, incluso, podría estar orientada a un área o usuario interno.
Comprar nuevo software, crear la página web de mi empresa o cambiar todas las PCs por Laptops/Tablets para mis empleados no estaría en orden con la transformación, si solo se circunscribe a esas acciones. En tal caso tendría más sentido hablar de actualización tecnológica.
En palabras de Morakanyane, Grace & O’Reilly::“Hablamos de un proceso evolucionario que nivela las capacidades digitales y tecnológicas para generar nuevos modelos de negocio, procesos operacionales y experiencias de cliente que generan mayor valor”. Acentuamos que este cambio no es solamente tecnológico, sino que lleva consigo el desarrollo de nuevas competencias dentro de las organizaciones. El objetivo es poder generar en nuestra cultura organizacional el pensamiento digital.
Para hablar de su efectividad, comentaremos el caso ejemplo de Domino’s Pizza, empresa de comidas rápidas estadounidense con más de 15.000 establecimientos repartidos por todo el mundo, considerada líder en el segmento Pizza Delivery.
Su pasión por el producto y su calidad motivó a Domino’s a repensar sus productos en base a las opiniones de sus clientes y empleados. Esto lo hizo por medio de una comunicación 360º, aprovechando las redes sociales como principal fuente de información, en solo tres años sus acciones se revalorizaron un 500%.
La adaptación digital que han realizado los ha llevado a que casi la mitad de sus pedidos sean online (se pueden realizar desde cualquier dispositivo: smartphone, smart tv, smartwatch…). En este caso ejemplo vemos la transformación digital aplicada a sus procesos, con el fin de diferenciarse de la competencia, innovar y, sobre todo, mejorar la experiencia del cliente.
¿Funciona la transformación digital?
Concretamente podemos responder: “Sí, funciona”
Incluir la transformación digital como parte de la estrategia corporativa permite desarrollar, por ejemplo, nuevos modelos de intermediación, mejores formas de conectar con nuestros clientes (redes sociales, E-Commerce, apps, página web), aprovechar grandes fuentes de datos (big data) para entender sus necesidades y rediseñar así un producto, ofreciendo más valor para los consumidores, diferenciándonos de nuestra competencia.
Podríamos citar otras tecnologías del ecosistema digital y sus aplicaciones (IoT, IA, Blockchain, etc.), pero es importante no olvidarnos de hacer foco en la cultura digital: generar una mentalidad de test-and-learn, basada en el desarrollo de software. Ver a nuestros productos y servicios de manera ágil, trabajando de forma altamente colaborativa, conectando las divisiones o áreas que operan aisladas del resto y, por último, tener una marcada orientación al exterior, conectando con redes de innovación, permeando nuestra cultura con una alta tolerancia a iniciativas arriesgadas. Citando a P. Drucker “Donde hay una empresa exitosa, alguien tomó alguna vez una decisión valiente”.