La soja, por caso, superó los USD 600/ ton en el mercado de Chicago, casi duplicando el valor que mostraba el año pasado para esta misma época. En una situación estrecha en materia de existencias globales, y con una demanda que sigue muy activa, dos factores habrían presionado los precios hacia arriba: a) un arranque dubitativo del ciclo agrícola 2021/22 en Estados Unidos, por faltante de agua y probabilidad de sequía en algunas zonas, b) una producción maicera de Brasil (primer exportador global) que se viene recortando a medida que avanza el ciclo del cultivo
El contexto global es de escasez por lo que los precios debieran mantenerse relativamente altos por un buen tiempo a los efectos de racionar la demanda y hasta tanto las buenas cosechas de los productores líderes (Estados Unidos, Brasil, Argentina) vayan haciéndose efectivas. De todos modos, se observa una gran volatilidad en los precios de mercado, y no puede descartarse alguna reversión en los valores asociada a factores financieros y/o macroeconómicos globales. Si bien la economía global se mantiene favorable, con crecimiento en los grandes bloques y fluidez comercial, una posible aceleración de la inflación, que a su vez derive en políticas de paños fríos, podrían tener efecto adverso sobre precios de activos y materias primas
Dado el nuevo escalón en el que se estarían ubicando los precios internacionales se ha decidido actualizar la estimación del monto de exportaciones de granos y principales derivados industriales del 2021: la nueva cifra asciende a USD 35,9 mil millones, con un crecimiento de USD 9,6 mil millones respecto al flujo del año previo (+36%). A su vez, sube el aporte en concepto de Derechos de Exportación asociados a estos productos, la contribución al tesoro nacional podría llegar a USD 8,6 mil millones, creciendo en USD 2,8 mil millones respecto al 2020.