Marcelo Palese, del Servicio Tecnico de Nidera, evaluó que para alcanzar objetivos de máximos rendimientos y que asimismo la ecuación económica tenga un resultado satisfactorio es conveniente adoptar un protocolo que se adecue a cada explotación.
El monitoreo de suelos es una de las herramientas que debe ser incluida en el protocolo y es la que en definitiva está también asociada a la economía de la fertilización y sustentación de los ambientes.
Los diagnósticos de suelos reúnen habitualmente índices y parámetros como pH (acidez), materia orgánica, fósforo, conductividad, nitratos. Para poder realizar una lectura más amplia debiera complementarse con índices como: azufre, magnesio, calcio, potasio, capacidad de intercambio entre otros.
Conocidos los estatus de los mismos y su interacción permitirá fundar una matriz para constituir balances nutricionales en una mejor proyección de la genética del cultivo a instalar.
La función elemental del fósforo como iniciador de cultivos es el que marcará las pautas siguientes para consolidar la mayor performance de nitrógeno y en esa línea el azufre teniendo en cuenta que ambos, tanto en formas amoniacales como polisulfuros son básicos para los planteos de demanda actuales.
Este último nutriente tradicionalmente se lo incorporaba a las mezclas por medio de la adición de fuentes físicas, que en equilibrio porcentual cumple con creces los requerimientos del cultivo; así y todo la evolución en las mezclas encuentra en la contemporaneidad de la industria de los fertilizantes la posibilidad que ese elemento azufre sea aportado desde la concepción misma de la mezcla y cumpla la entrega homogénea en conjunto de nitrógeno, fósforo más azufre -todos esenciales- en la distribución de la línea de siembra.
Las necesidades de azufre son variables en cada campaña, y las mismas requieren ser auditadas en el suelo y es a partir de estos balances los que aclaran que tipo de mezclas -como las Pampero- serán las factibles de ser aplicadas al cultivo.
La modalidad de presentación es la fortaleza de este fertilizante de entrega multi-nutritiva “N+P+S” y que asegurará una captura equilibrada de minerales para primero -por la acción del fósforo- lograr un anclaje de raíces y que el resto de los nutrientes sean capturados y transportados a los puntos de demanda intrínseca para luego expresarla en producción.
