Es una joven y reciente empresaria del rubro indumentaria. Tuvo a cargo la gerencia regional de una de las empresas más grandes del país y apostó por un negocio propio que en tres años abrió cinco sucursales.
Hace pocos años una fusión en la empresa donde trabajó durante dos décadas puso en una disyuntiva a Belén Bernini. Se retiró de la gerencia regional de Fibertel y a sus 40 años se animó a dejar la seguridad de la relación de dependencia laboral. Abrió Tokio, un negocio de ropa que ya tiene cinco sucursales en los puntos con más crecimiento de Rosario y la región, y es proveedor exclusivo de firmas convocantes.
Lidera un equipo de trabajo con la premisa de poner en el centro la responsabilidad social empresarial. ON24 dialogó con ella.
¿Qué cambiaría de las políticas económicas adoptadas en los últimos 14 años?
Puedo observar que en muchísimas ocasiones las políticas que se adoptan no apuntan al incentivo productivo y la protección de las pymes que son el verdadero motor de las economías, tanto regionales como sectoriales y nacionales.
Teniendo una idea brillante y los medios para llevarla adelante, ¿se puede hacer dinero hoy en Argentina?
Es probable que la idea se pueda llevar a cabo con sacrificio, inversión, perseverancia y dedicación, asimismo, considero que hoy en Argentina es difícil hacer dinero aun tratándose de una excelente idea, esto no quiere decir que sea un fracaso simplemente no es un momento económico en el país para trascender debido a la situación económica actual del país atravesada además por la crisis nacional y mundial a consecuencia de la pandemia.
¿Cuál es la mayor traba tributaria a la hora de abrir una empresa en Santa Fe?
La situación, tal vez, podría dividirse en un antes y después de la pandemia. Hay que reconocer que luego de la aparición de ésta y merced a toda la tecnología disponible, las administraciones tanto de la provincia como del municipio local arbitraron medidas para que la situación fuese menos compleja que en el período anterior y de alguna manera agilizó el trámite aún más que antes.
¿Te incomoda la palabra empresario? ¿Tener dinero en Argentina está mal visto?
Sin dudas cuando me centro en el verdadero significado de la palabra Empresario me siento identificada y por lo tanto no me incomoda ya que considero se trata de una figura normal, tradicional común y corriente.
Sucede que en Argentina en general esa palabra no es tomada como lo describe su verdadera definición. Se muestra al empresario en su totalidad como una persona autoritaria, soberbia y egoísta. Pero empresario es el dueño de una pyme o de una gran empresa y nuestro país está colmado de empresarios humildes, generosos, responsables, comprometidos con su país, que generan fuentes de empleo y trabajan en equipo con sus colaboradores instruyéndolos y aprendiendo de ellos también día a día. Considero que debería cambiar esa mirada actual logrando un punto de equilibrio como en muchos otros aspectos de este país donde siempre nos paramos en los extremos y, lamentablemente, solo generamos grietas que nos hacen perder el eje de lo verdaderamente importante.
¿Qué otro proyecto te gustaría encarar por fuera de tu empresa actual?
Desde hace muchos años tengo un proyecto que sueño poder cumplirlo algún día, es el de lograr inaugurar un centro de alojamiento transitorio de niños en situación de calle, o niños, niñas y adolescentes que deban ser separados de sus padres biológicos por vulnerabilidad, violencia o abandono hasta tanto perdure la medida.
Imagino que esté emplazado en la ciudad donde radico (Funes) con un gran espacio verde, un lugar acogedor, asegurando sus comodidades básicas, obviamente contemplando su escolaridad, salud, deportes, y con un gran equipo de mujeres voluntarias. Tengo mucha fe que voy a poder cumplirlo porque como dice un periodista rosarino que admiro “el deseo es el mejor arquitecto de la vida”.
¿Qué es lo que más te cuesta comprender de la sociedad argentina?
Siempre me pregunto por qué los argentinos en general, pero sobre todo la clase política, pierden tanta energía y tiempo en detenerse a juzgar y buscar los errores del otro en lugar de focalizarse en sus propios objetivos, trabajando en equipo con su oposición, para el caso de la política, y para el caso de un proyecto individual sin dudas no es posible progresar o trascender exitosamente si no nos centramos en nuestras propias metas, dejando de lado que hace o deja de hacer el otro.
Nos lastimamos y nos herimos entre nosotros mismos siempre parados en los extremos, todo es blanco o negro y nos cuesta ver que por los grises transcurre la vida.
¿Dónde buscas inspiración para tu negocio?
La verdad es que no me inspiré en ningún modelo de local, tienda o marca puntual, solo imaginé que me gustaría encontrar cuando voy a un local del rubro que elegí desarrollar o la inversa que no me gustaría que me suceda en un local en este caso de indumentaria. Basado en este pensamiento puse foco en cuatro pilares claves, uno de ellos la buena atención, otro la variedad, calidad y talles reales de los productos, tercero la accesibilidad en precios de los mismos, por último, el orden y la higiene. Con la firme convicción que todo esto se construye tras bambalinas con un gran trabajo en equipo constante completándonos con nuestras fortalezas y debilidades y superándonos día a día.