Puso al pan en el centro de escena y montó una panadería distinta a todas

Durante 40 años produjo los espectáculos más convocantes de la ciudad. Hoy hizo del “alimento más importante de la humanidad”, una obra de arte que se ve, se huele y se degusta en Infinita.

En Infinita Panadería hay una cuadra abierta, luminosa, a la vista de todos. Un escenario de vidrio donde se puede ver en vivo la producción diaria de bollerías, croissants y el descanso de los panes que un día después degustan cada cliente. 24 horas es el tiempo que demora la masa madre en hacer su trabajo, fermentando en silencio. Un alimento vivo que hace su performance en la “cocina o cuadra abierta” de Infinita.

No es casual que Infinita Panadería sea un espectáculo. El local que inauguró en marzo Claudio Joison, productor de espectáculos de primera línea en Rosario y con décadas de experiencia en espectáculos internacionales, logró otro gran show al apostar por su pasión por la panificación.

“Es una panadería con muchas particularidades que surgieron en muchas experiencias personales, principalmente de viajes”, contó Joison sobre su emprendimiento, que desde que abrió en calle Santiago al 200, se convirtió en uno de los espacios gastronómicos más elegidos, a fuerza del boca en boca, de recomendaciones de sabores únicos y de promesas de experiencias multisensoriales que, aseguran quienes lo visitan, no fallan.

Hay tres conceptos que son centrales en Infinita: Por un lado, te muestran todo el proceso. “Es como un galpón que tiene todo a la vista, eso no es solamente una cuestión de diseño o estética. Es nuestra filosofía, yo te estoy mostrando cómo hago lo que vas a comer, mostrando quién lo hace. Eso implica una responsabilidad”, destaca el flamante panadero. En segundo lugar, una idea simple de respetar el proceso original, milenario y paciente del pan: “Solo harina, agua y sal”, no hay ningún producto químico en los panes, y para la pastelería se eligen todos productos naturales.

Por último, hornear diariamente productos de calidad, con el respeto a la técnica de cada proceso. Mientras que en una panadería industrial el pan reposa una o dos horas, en Infinita, donde todo se elabora con la técnica original, cada bollo reposa al menos un día. Como plus, un compromiso con el medioambiente que es sello: no se vende ni se entrega plástico. No hay bolsas, no hay botellas, hay un cuidado al contenido y también a las formas.

De los shows de madrugada a madrugar en la cuadra

Infinita abrió sus puertas en marzo del 2021, pero como idea maduró durante años, fermentó al calor de una pasión mucho  antes. “Hace unos 4 o 5 años empecé a amasar, un año que tuve muchas pérdidas personales en donde sentí la necesidad de tener un hobbie, y comencé con la masa madre. Fue un recorrido personal, pasé de no entender nada a que la cosa me saliera muy bien según me decían. Durante esos años fui estudiando y practicando mucho. La sugerencia de que abra una panadería comenzó así, hace ya un tiempo”, cuenta el productor de espectáculos que ahora también madruga cada día siguiendo el estilo de vida de un digno panadero. 

Joison cuenta que “antes de la pandemia esa idea empezaba a tomar más fuerza, a nivel personal y familiar”, y destaca: “Cuando vino la pandemia paradójicamente la decisión no fue por el lado de no poder hacer espectáculos, sino por una decisión de aventurarme en vez de esperar que pase. Fue el momento para darle lugar a otra pasión que ya tenía. Nos aventuramos, porque fue una decisión familiar, con Analía y nuestros hijos Mateo y Martina, todos a su manera trabajan desde su lugar en Infinita”.

De este modo Joison, su familia, y su proyecto con Infinita, revalorizan el pan con todo lo que implica: un alimento con historia, con simbolismo. “La masa madre no es la moda que surgió en la pandemia, es la manera en la que la humanidad sobrevivió 10 mil años. Es darle valor al pan, que no es una cosa que te dan gratis en un restaurante para llenarte la panza, el pan es el principal alimento de la historia del hombre”, cierra e invita a darse una vuelta para comprobarlo.

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