Es distribuidor exclusivo de Arcor, la gigante de alimentos que le permitió capacitarse en los Estados Unidos. Su perfeccionamiento en el exterior le aportó una mirada estratégica que le exige una visión de largo plazo en sus negocios; condición además que considera ineludible para encauzar la economía argentina tan apegada a la improvisación.
¿Qué cambiarías de las políticas económicas adoptadas en los últimos 14 años?
No sólo cambiaría en los últimos 14 años, iría más atrás también, para ir hacia políticas de largo plazo. Vivimos siempre en el corto plazo, eso nos hace enfocarnos en cómo adaptarnos permanentemente a nuevas reglas de juego en vez de cómo crear más valor.
Hubiese generado políticas de mediano y largo plazo consensuadas con todos los actores de la cadena
¿Te incomoda la palabra empresario? ¿Por qué tener dinero en Argentina está mal visto?
Me incomoda porque generalmente te ubica de un lado o del otro de la grieta. Siempre se asocia a los empresarios a la gente sin escrúpulos. Me incomoda si me definen así, de hecho nunca me presento como tal. Está mal visto tener dinero en Argentina y todo tiene la misma raíz, los políticos entienden muy bien la frase “divide y reinarás”. Ahora estamos hablando de la connotación de la palabra empresario, pero la frase es aplicable a todos los ámbitos, donde siempre existe la división. La división es un mal endémico de nuestro país.
¿Qué otro proyecto te gustaría encarar por fuera de tu empresa actual?
En la actualidad tengo algunos proyectos por fuera de mi empresa, son más chicos, más micro-pyme. La gastronomía es un rubro que me gusta, el deporte, la construcción. En algunos he tenido la suerte de incursionar, en otros de entrar y salir. Es algo que me gusta sobre todo cuando lo hago con socios de confianza, con gente que viene creciendo con uno. Cuando hago un emprendimiento por fuera de mi empresa, lo hago con gente que venga creciendo, para generar un lugar donde evolucionen, para que se pongan los pantalones de dueño. Siempre estoy buscando proyectos, no del tamaño de la empresa que ocupa la mayor parte de mi tiempo laboral, pero sí de pequeños emprendimientos.
Teniendo una idea brillante y los medios para llevarla adelante, ¿se puede hacer dinero hoy en Argentina?
Depende el rubro, depende dónde nos vamos a meter, creo que Argentina para bien y para mal tiene muchas regulaciones, muchas trabas, mucha burocracia, donde terminas jugando por fuera de la ley, entonces es muy difícil competir. Dependiendo el rubro en Argentina es fácil conseguir financiación, mano de obra, a veces no es la más calificada pero relativamente se consigue. La mano de obra de nuestro país es talentosa, intuitiva.
Sé que los emprendedores en Argentina tienen muchas más cosas que pensar que un emprendedor en Estados Unidos, o incluso países más cercanos. Acá tenés que conocer de financiamiento, conocer de leyes impositivas, de sindicatos y muchas cosas más para que tu proyecto se pueda llevar adelante.
¿Cuál es la mayor traba burocrática o tributaria a la hora de abrir una empresa en Santa Fe?
Yo no lo cerraría al estado santafesino, incluiría al nacional y municipal. Es infinita la cantidad de trámites que tenés que hacer para abrir una empresa, instalarse. Nosotros tenemos el ejemplo de un pequeño local gastronómico que pensamos abrirlo en plena pandemia, más precisamente septiembre del 2020, para darle trabajo a algunas personas y la verdad que lo terminamos abriendo en marzo de este año por la cantidad de trámites que hay que hacer. Si bien estaba la pandemia y las oficinas públicas estaban cerradas, los turnos eran escasos, hay infinidad de trámites que con una modernización digital nos ahorraríamos tiempo, no sólo a nosotros sino al propio estado. Esa es una carga pesada, muy duro para una startup.
¿Qué es lo que te cuesta entender de la sociedad argentina?
Son muchas cosas que no logro entender de la sociedad argentina. Primero por qué no aprendemos de los errores del pasado, hay situaciones y contextos económicos que lo vivimos y repetimos una y mil veces y no aprendemos. Por qué la sociedad se deja dividir tan fácilmente y somos tan fanáticos que perdemos la objetividad en pos de un fanatismo que nos aleja. Para todo hay dos países .Ninguno dispuesto a llegar a un consenso, a buscar salidas intermedias. Tampoco entiendo por qué se siguen idolatrando a las personas por encima de los proyectos o la manera de hacer las cosas. Seguimos pensando que Messi nos tiene que salvar pero no pensamos en armar un equipo que funcione más allá de las individualidades. La sociedad argentina siempre espera que haya un salvador único y creo que es otra cosa que no entiendo.
¿Dónde buscas inspiración para tu negocio?
Me crié en una empresa familiar que tiene unos años más que yo. La inspiración por lo tanto la tengo en la cultura del trabajo que me inculcó mi padre y algunos compañeros que crecieron conmigo en la empresa, gente laburante, yo creo que la manera de que esto cambie, la manera que la gente evolucione, crezca, mejore su calidad de vida y la de su comunidad es el trabajo. El trabajo es el medio por el cual la sociedad debe evolucionar. Muchas veces me levanto y digo: “yo necesito dar trabajo por eso hago pequeños emprendimientos que generen empleo, por eso trato seguir manteniendo una empresa que da trabajo, porque creo que es eso lo que me inspira. El trabajo es esa llave, esa herramienta que permite que las personas sean mejores, por ende la comunidad sea mejor y eso es lo que me inspira, pasar por este mundo dejándolo mejor de lo que lo encontré.