Esta obra, escrita por Fernando Andrade –Premio Investigador de la Nación–, destaca la importancia de satisfacer las futuras demandas de alimentos y reducir el impacto ambiental de la actividad agrícola.
En el marco del Día Internacional del Libro, Ediciones INTA presenta “Los desafíos de la agricultura global”. Una obra escrita por Fernando Andrade –primer agrónomo en recibir el Premio Investigador de la Nación, la distinción más importante para un científico– que aborda temas relacionados con las innovaciones del pasado y los escenarios futuros del sector. Además, describe los impactos ambientales de la agricultura, las nuevas estimaciones de las futuras demandas de alimentos y brinda un análisis de las estrategias a las que se puede recurrir para satisfacer las necesidades de cada continente. En este nuevo libro, Andrade estudia la adecuación de las estimaciones a partir de los datos productivos y ambientales actuales.
“Una mirada sobre el pasado puede ayudarnos a comprender nuestro potencial creativo y a motivarnos para enfrentar los problemas que se nos presentan”, aseguró Andrade y agregó: “Una mirada prospectiva ayuda a dimensionar la tarea que es necesario encarar y a identificar las vías para encontrar soluciones”.
La nueva edición recoge las discusiones y elaboraciones sobre los desafíos en cuanto a romper la asociación entre producir y degradar, donde considera que entre las estrategias a implementar se destacan aquellas basadas en tecnologías de procesos y de conocimientos que tienden a una mayor producción, una mayor productividad de recursos e insumos disponibles y un menor impacto ambiental.
En una entrevista publicada en el Vol. 47 N.° 1 de abril de la Revista RIA, Andrade señaló: “Nuestras capacidades innatas de innovación y cooperación deben cumplir un rol fundamental en alcanzar los objetivos de satisfacer la demanda futura de alimentos, cuidar el ambiente y erradicar la pobreza”.
Durante su charla con RIA, el investigador del INTA valoró el hecho de generar conciencia sobre la necesidad de romper la asociación entre producción y degradación ambiental para avanzar “en el diseño de agroecosistemas que permitan satisfacer las futuras demandas de productos agrícolas sin comprometer el ambiente”.
“La producción de alimentos satisfizo la creciente demanda con muestras asombrosas de capacidad de innovación. No obstante, el crecimiento exponencial de todas las actividades humanas y del uso de los recursos naturales en las últimas décadas, sumado a lo limitado de los bienes planetarios, causaron extralimitaciones con importantes efectos en la naturaleza. No estamos realizando una buena gestión de nuestro hábitat ni de los servicios ecosistémicos”, analizó Andrade y advirtió: “Los efectos resultantes, como el calentamiento global, la degradación de suelos, la desertificación, la deforestación, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y la escasez de agua azul, comprometen la futura seguridad alimentaria”.
En este sentido, el investigador del INTA explicó que “la intensificación sostenible propone satisfacer de manera sana, continua, rentable y equitativa las crecientes necesidades de la población mundial, haciendo un uso eficiente y seguro de los recursos naturales y de los insumos externos, de tal manera que se aseguren los servicios ecosistémicos para las generaciones presentes y futuras”. Y puntualizó: “El gran desafío que hoy enfrentamos es satisfacer las futuras demandas y reducir simultáneamente el impacto ambiental”.
El libro busca llegar a aquellas personas involucradas con el compromiso social y ambiental, con la intención de aportarles información detallada y actualizada. “Fue escrito pensando en los productores agropecuarios, por su rol en la producción de alimentos para la población mundial que continúa creciendo y demandando productos de mayor calidad, y por su responsabilidad en alcanzar una producción sostenible”, indicó Andrade.
El trabajo está dirigido, además, a los alumnos de escuelas y facultades de agronomía con el deseo de reforzar su entusiasmo por aprender y contribuir a la generación de conocimientos, pilares para una agricultura sostenible. Y, por último, considera un público general, con el propósito de concientizarlo acerca de la necesidad de moderar el consumo de alimentos, bienes y servicios, cuidar el ambiente y solidarizarnos con quienes menos tienen.
Fuente: INTA