La falta de control oportuno de ciertas malezas puede generar dificultades a futuro y más costos. Están frenadas las compras de insumos, tanto para producir trigo como de herbicidas, pero predominan las consultas sobre financiación. El avance de la siembra de trigo muestra disparidad según la humedad de la zona, manteniéndose firme la intención de caída del área en un 27% con respecto a la campaña pasada. En las primeras consultas sobre maíz 2015/16, las intenciones apuntan a una reducción de área del orden del 40% respecto al ciclo anterior.
Un otoño cálido y de alta humedad relativa incentiva el desarrollo de malezas junto a los cultivos guachos en los lotes. Los costos de control quieren evitarse por el efecto de la helada, pero ésta no aparece. Mientras tanto, las ventas de insumos caen precipitadamente ya que se compra sólo lo justo y necesario. Es un indicador preocupante que caiga la venta de herbicidas, muy generalizados e indispensables para la producción. Prevalecen las consultas sobre el precio de los agroquímicos y las formas de financiación.
El poco trigo que se producirá será realizado con un bajo/medio nivel tecnológico. La fertilización se dosificará al nivel de suficiencia y será menor que en otras campañas. Este hecho también marca la caída de la venta de fertilizantes. El avance de la siembra de trigo cubre, en promedio, un 40% del área de intención de la región y presenta variaciones según la situación hídrica de cada zona. El centro sur santafecino y el este cordobés mostraron un interesante avance de siembra esta última semana, de aproximadamente 60%. Restan sembrar los lotes que no presentan suficiente humedad superficial. En contraste, los lotes encharcados de norte de Buenos Aires no tienen piso para entrar a sembrar y su avance es incipiente (15%).
Es crítico el panorama que vislumbra el maíz de la campaña 2015/16 ya que los rindes de indiferencia van de 60 a 85 qq/ha en campos propios y superan los 100 qq/ha en campos alquilados. La fuerte inversión inicial junto al bajo precio del cereal, además de otros factores comerciales, desplaza al maíz de los campos arrendados y reduce el área en campos de propiedad. Solo aquellos productores que destinan el cereal a consumo animal serán los que producirán el maíz para darle un valor agregado. También hay casos de productores con una escala considerable en propiedad que tienen la posibilidad de respetar la rotación. Sin embargo, la generalidad de los productores no está en condiciones de arriesgarse a producir maíz. Con las primeras consultas, la intención de reducción del área está en torno al 40% respecto del ciclo anterior.
Arranca tímidamente la cosecha de maíz tardío y de segunda. La humedad ambiental no ayuda al secado del grano y los productores no pueden incurrir en costos de secada. El avance es del 26% del área y los primeros rindes promedian los 87 qq/ha.