Con la explosión del marketing digital, las agencias tuvieron su apogeo a lo largo de los últimos diez años. Mientras que las empresas comenzaron a mudar sus publicidades de medios tradicionales a medios digitales, las agencias especializadas en este tipo de plataformas tomaron la fisonomía de las tradicionales firmas de publicidad, con múltiples departamentos separados por su expertise.
“Generalmente la estructura de una agencia de marketing digital está dada por los roles de
cuentas, social media managers, community managers, diseñadores, administradores de
anuncios, redactores, creativos y, en el caso de Alpha por ejemplo, un área de desarrollo de e-commerce y web”, explica Tomás Rubiolo, de la agencia Alpha Social Marketing.
Según el especialista, “la principal diferencia entre sumar personal y contratar una agencia de marketing digital es que, en el primer caso, las empresas tienen la expectativa de que el nuevo empleado resuelva todos los temas que se relacionan con el área. Terminan contratando a un generalista que, por cuestiones naturales, no va a desarrollarse al 100% en todos los temas”.
En este sentido, Rubiolo sostiene que una agencia es un actor compuesto de múltiples perfiles de especialistas en el que “es mucho más fácil desarrollar un proyecto de impacto trabajando en equipo”. Sin embargo, aclaró: “A favor de sumar un empleado, ninguna agencia se va a poner la camiseta de la forma en la que se la va a poner un empleado motivado e identificado con los valores de la compañía. Y esto de la camiseta dicho así parece un verso pero significa que hay una persona empujando un proyecto y siendo responsable con nombre y apellido de que las cosas pasen”.
En términos de precios, el especialista remarcó que tanto salario como tarifa de una agencia están compuestos de múltiples variables. “La brecha entre las pequeñas agencias y las grandes es realmente amplia, como así también el servicio y equipo que brindan. Lo mismo pasa con las posibilidades entre el personal a contratar, desde un junior a un senior. Muchas veces asimilamos el costo de un empleado con el de la agencia, por ejemplo si buscas una agencia con poca estructura el costo puede ser como un junior y si buscas una agencia premium el costo va a ser como el de un gerente”, graficó.
Rubiolo explicó: “Para mí, la clave para tomar la decisión es, si no hay ningún referente en áreas de comunicación, marketing o publicidad, es preferible que sume a un empleado que empiece a desarrollar el área. Por el contrario, si ya cuentan con personal abocado al tema, la mejor forma de trabajo es que ese empleado sea potenciado por una agencia que le aporte las herramientas que solo un equipo de especialistas puede dar”.
Luego, amplió: “Muchas veces la falla en la relación empresas y agencias está justamente en tratar de sincronizar dos piezas que no encajan en el rompecabezas. El ideal de una buena sociedad empresa/agencia es que la segunda trabaje con el departamento de marketing o comunicación o comercial de la primera. Deben ser partes que hablan un mismo idioma, que entienden los mismos procesos y conocen los tiempos y prioridades de un proyecto orientado a lograr un objetivo”.
En referencia al trabajo de Alpha, destacó: “En nuestro equipo tenemos desde un director creativo hasta un responsable de anuncios certificado por Google y un programador que desarrolla tecnología para la comunicación que queremos realizar. Todos trabajan de manera coordinada”.
