Stephanie Pipek llegó a Rosario en 2016 con la idea de lanzar su propio emprendimiento. En 2017 decidió lanzarse con su marca Velvet, con un modelo de negocios muy popular en su Montevideo natal pero poco conocido en esta ciudad, el alquiler de vestidos de fiesta. Luego de tres años de actividad, dispone de un catálogo de 600 prendas de todos los talles y acumula casi 25 mil seguidores en Instagram. Piensa además en sumar nuevas alternativas de servicio, siguiendo con el concepto de moda circular.
“Comencé con un showroom en el que atiendo con turnos para tener la posibilidad de explicar bien el concepto del negocio a cada clienta. Al principio me costó un poco entrar en la sociedad rosarina y había muchas dudas sobre el sistema”, relató Pipek. Velvet ofrece un servicio de asesoría de imagen en el que se busca la prenda ideal para cada clienta, luego, se hace entrega de la misma 24 horas antes del evento en cuestión y debe devolverse el primer día hábil después del uso. Los precios van desde 1000 a 4500 pesos, según el tipo de prenda, la calidad de la terminación y los requisitos especiales de lavado. Esa tarifa también incluye la tintorería.
“El concepto parecía algo extraño hasta que las clientas comprendieron que estaban accediendo a prendas de buena calidad, en excelente estado y con colores y bordados que quizás no comprarían o no podrían comprarse”, explicó.
En sus comienzos, uno de los principales desafíos fue empezar a conformar el catálogo. “Tenemos vestidos, monos, musculosas, prendas muy lindas. Las fuimos recolectando en todo este tiempo y seguimos incorporando. Algunas fueron regalos de amigas y familia, pero otras las fuimos comprando nosotros”, comentó.
La pandemia puso en pausa los planes de expansión del negocio, pero Pipek afirma que poco a poco está volviendo al nivel normal de actividad. El alquiler de su primer local a la calle quedó trunco y debió aplazar el estreno de una nueva línea de servicio. “Mi idea es que las clientas puedan dejar acá sus prendas y luego cobrar una comisión por cada alquiler”, explicó.
A lo largo de los meses de cuarentena, Velvet prácticamente no trabajó. “Uno de los puntos más complicados fue mantener nuestros seguidores en Instagram y Facebook, generar contenido que les interese”, describió. Actualmente, con la vuelta parcial de algunos eventos y ocasiones especiales, la actividad de la marca ha vuelto a activarse: “No estamos desbordados, pero de a poco nos vamos encaminando. Estamos respetando todos los protocolos por nuestras clientas y por nosotras también”.
Pipek confía además en que el contexto económico pueda ser de ayuda para la marca. “Creo que la gente no tiene ganas o no puede gastar plata en vestidos. Los precios se fueron a las nubes. Me parece que la posibilidad de alquilar una prenda en buen estado y buena calidad es una muy buena alternativa”, dijo. Además, hizo énfasis en los beneficios de la moda circular: “La ropa de segunda mano y el alquiler de ropa de fiesta está muy de moda. La consciencia sobre lo que compramos y la contaminación también es muy popular en Montevideo. Creo que Rosario también se mueve en esa dirección de tomar consciencia de lo que uno compra y usa”.