Esteban Bullrich, ministro de educación de la Ciudad de Buenos Aires, se despachó con un breve análisis de la situación actual de su rubro a nivel nacional. Afirmó que el declive en el ámbito educativo comenzó cuando “la política abandonó la educación” y aseguró que la clave está en poner al docente como centro de trabajo para luchar por revertir la realidad.
El hombre del Pro remarcó que uno de los mayores problemas que atraviesa Argentina es la gran desigualdad que marcan los estratos sociales en términos educativos. Según considera, mientras que una de cada diez personas se gradúa, en el caso de quienes viven en condiciones de pobreza, la cifra es diez veces menor que el promedio. Dice que es vital achicar esa brecha: “Para eso tenemos que tener una gran revolucion lucrativa: poner al docente como centro”. Bullrich confía en que la clave está en darles a los educadores herramientas capacitación y buenos salarios.
También hizo referencia a la relevancia de hacer foco en las evaluaciones para tener un diagnóstico constante sobre el cual actuar. “Tenemos que actuar y hacer cosas que muchas veces no hacemos. Deberíamos hacer evaluaciones más regularmente como lo estamos haciendo en la ciudad”, aseguró.
Hizo énfasis en la responsabilidad que tienen los políticos a la hora de hacerse cargo de que los alumnos atiendan a las clases, según su consideración es una tarea que se ha dejado de lado. “Los políticos nos tenemos que hacer cargo de eso, cualquiera que no haga algo al respecto, es parte del problema”, aseveró.
Finalmente, fue inevitable hacer alusión a la posibilidad de que se presente como vicepresidente junto a Mauricio Macri en las próximas elecciones. Sin embargo, de momento se limitó a deslizar que el saco de vicepresidente le queda grande
