El incremento en el precio de la soja y el maíz fue mayor al aumento que el costo de los insumos en dólares. Las mejoras se ubican en torno al 26% y 20% respectivamente. Para el trigo, la ecuación no resulta favorable.
Si se compara la relación con febrero del 2020, las mejoras en la relación insumo/producto para soja y maíz se ubican en torno al 26% y 20% respectivamente, indicó la Bolsa de cereales de Córdoba en un análisis económico . Para el caso del trigo, cuyo precio no incrementó en la misma magnitud que los demás cultivos, la relación se deterioró en un 8% promedio en el último año.
El precio de los granos avanzó consistentemente en el mercado disponible en Rosario a partir de septiembre de 2020, siendo el maíz y la soja los más beneficiados, con aumentos del 40% y 37% (alcanzando USD 201 Y USD 329 por tonelada) respectivamente, mientras que este monto sería del 9% para el trigo. La mayor demanda global de granos, especialmente por parte de China, impactó fuertemente en los precios, y la baja en los stocks permitió que se mantengan elevados.
En este contexto, el poder de compra del maíz y la soja aumentó, haciéndose notar en la cantidad de producción necesaria para adquirir la misma canasta de insumos. Por otro lado, a pocos meses de iniciar la siembra de trigo, la relación insumo-producto del cereal se perjudicó,
especialmente en el mes de febrero por el incremento en el valor de varios insumos. Dentro de ellos destacan la urea, con un incremento del 24% en febrero respecto al mes anterior, y 34% respecto al año previo. Asimismo, el fosfato presentó un aumento del 18% respecto a enero de 2021 y 30% respecto a febrero de 2020. Contrariamente, tanto el gasoil como el flete presentaron una disminución del 7% y 3% respecto al valor de febrero de 2020, respectivamente.
La soja fue la más beneficiada, con un incremento en el poder de compra promedio del 26%. Mientras que en febrero de 2020 se requerían 13,7 quintales de soja para adquirir 100 litros de glifosato, actualmente se necesitan 10 quintales, es decir, un 27% menos. De la misma forma, el costo relativo de los demás insumos también se abarató para la oleaginosa, siendo el gasoil el caso más destacable, con una reducción del 32% en su precio relativo, seguido por el flete, las semillas y el fosfato, con una disminución del 29%, 27% y 12,5% respectivamente.
Para el caso del maíz ocurre algo similar (el poder de compra se incrementó un 20%), siendo el gasoil y el flete los insumos que más se abarataron con respecto al valor del cereal, llegando a disminuciones de 33% y 30% respectivamente. Asimismo, la atrazina, el glifosato y la semilla mejoraron su relación y se requiere 28% menos de grano para su adquisición. El aumento en el precio de insumos como el fosfato monoamónico y la urea fueron elevados, pero menores al incremento en el precio del maíz, por lo que su relación mejoró en un 7% y 4% respectivamente.
Por otro lado, el trigo empeoró su relación insumo producto en un promedio del 8%, debido a que su precio no incrementó en la misma medida que los demás cultivos, y los insumos se encarecieron en dólares. El ejemplo más claro de esto es la urea, ya que en febrero de 2021 se requirió 23% más de trigo para comprar la misma cantidad que un año atrás. Lo mismo ocurre con el fosfato diamónico, que se encareció en un 19% respecto a febrero de 2020. Por otro lado, el gasoil y el flete se abarataron en un 15% y 11% respectivamente, mientras que el glifosato y la semilla lo hicieron en un 8%. Si bien algunos insumos mejoraron su relación respecto al precio del cereal, la urea y el fosfato son los dos componentes más importantes dentro de los gastos para el cultivo.