Grupo Oroño se acerca a la concreción de su sanatorio en la ciudad de Funes. Se trata de un proyecto pensado en sus inicios como un centro de diagnóstico por imágenes, transformado con una oportunidad de compras de tierras linderas, en un sanatorio con múltiples prestaciones.
“Todo comenzó en el año 2013 con la compra del primer lote de 3.000m2 para un centro de diagnóstico por imágenes, no un sanatorio. En el 2016 se presentó la oportunidad de comprar el lote lindero con una parcela adicional de 4.000m2 y ahí replantear el proyecto transformándolo en un sanatorio, iniciando las obras en el 2017”, comenta el CEO de Grupo Oroño, Nicolás Villavicencio a ON24, recordando lo tortuoso que resultó el inicio por cuestiones burocráticas locales.
“En la primera etapa se concretó el Centro de Kinesiología y comenzamos a levantar el sanatorio, que una vez finalizado contará con 5.500 m2. El empresario destaca, entre los servicios del nuevo nosocomio, un área de urgencias y emergencias, replicando el modelo que opera en Rosario con sus respectivos servicios periféricos; un área de diagnóstico por imágenes que involucra, entre otros estudios, resonancia, mamografía, densitometría, ultrasonido, imágenes dentales y rayos x. Completa los servicios de la primera etapa de 2.600m2 que finalizará en diciembre de este año, un área de consultorios y un laboratorio.
En la segunda y última etapa, cuya finalización está prevista para julio del 2022, se terminarán de inaugurar doce habitaciones para internación y un área con tres quirófanos, oficiando uno de ellos como sala de partos. Se suman a el último tramo consultorios.
El acceso:
El sanatorio, estratégico para la atención médica de la zona oeste del Gran Rosario, tiene como acceso la Ruta Nacional 9 y la calle Galindo, arteria que lo conecta directamente con la Autopista Rosario Córdoba. En relación a esta arteria, hoy con una capa precaria de mejorado, el empresario destacó: “En el plan de obras que el intendente Rolvider Santacrocce anunció días pasados, se contempla la pavimentación de Galindo”.
El esfuerzo ante un contexto complicado
El proyecto pasó desde sus inicios por complicaciones ajenas al grupo empresario. En el 2017, tal lo señalaba Villavicencio, se encontraron con una burocracia que obstaculizó impensadamente lo que ellos creyeron que iba a ser un “trámite”. Luego la pandemia paralizó las obras hasta octubre pasado, en un contexto de crisis sanitaria jamás vivido. “Tuvimos una caída de las actividades sin precedentes, retomamos la obra en octubre pasado haciendo un esfuerzo descomunal. Nuestra prioridad es terminarlo”, finalizó.