Los sistemas lecheros se intensifican y demandan una mayor producción de forraje por hectárea. En los últimos años, la proporción del suelo ocupado por cultivos para silaje (maíz y sorgo) aumentó respecto de las pasturas perennes.
En contraste con la agricultura, en el tambo no se cosecha solamente el grano de los cultivos sino toda la planta. Por lo tanto, un menor porcentaje de carbono vuelve al suelo, lo que podría comprometer su fertilidad en los próximos años.
Esta realidad hace imprescindible el desarrollo de estrategias específicas con relación al manejo del suelo. Por tal motivo, la Comisión de Lechería de los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) lanzó el “Proyecto Sustentabilidad de Rotaciones de Tambo” junto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el apoyo de la Asociación de Cooperativas Agrícolas (ACA) y Pioneer.
Entre los objetivos específicos por alcanzar se encuentran: estudiar el efecto del tambo sobre el suelo, realizar una descripción de las rotaciones en sistemas de producción de leche de las principales cuencas del país, generar indicadores para la toma de mejores decisiones, proveer información para asistir a instituciones públicas y privadas y concientizar a técnicos y empresarios lecheros sobre el tema.
El proyecto durará tres años y será conducido por grupos de productores, asesores e investigadores nucleados en tres regiones: Centro de Santa Fe y Córdoba, Oeste de la provincia de Buenos Aires y Cuenca Abasto de Buenos Aires. Además, se trabajará con información proveniente de tambos CREA distribuidos en 10 zonas productivas diferentes que representan el 10% del total de la leche producida en el país. (Aacrea)
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