Tras una huelga de 26 días que paralizó la actividad agroexportadora, la Federación de Trabajadores de la Industria Aceitera levantó las medidas de fuerza en las principales terminales portuarias del país y en las fábricas que procesan porotos de oleaginosas, luego de aceptar el viernes por la noche –en el contexto de una extensa negociación en el Ministerio de Trabajo- un incremento salarial del 27,8% retroactivo al 1 de abril pasado, cuando venció el acuerdo paritario de 2014, y con vigencia hasta el 31 de marzo de 2016, según consignó Tiempo Argentino.
“El acuerdo fue correcto, luego de tanto tiempo de negociación, y por eso levantamos las medidas de fuerza en los puertos y la actividad se está normalizando”, señaló Daniel Yofra, titular de la Federación Aceitera.
Si bien en el horizonte asoman discusiones salariales importantes, como la de los bancarios, camioneros o colectiveros, lo cierto es que con el acuerdo conseguido en el sector aceitero, el gobierno logró ponerle fin a uno de los capítulos más complicados de las actuales negociaciones paritarias.
El estancamiento de esas negociaciones suscitó la intervención del ministro de Economía, Axel Kicillof, habitualmente poco proclive a participar de las discusiones salariales entre gremios y empresarios.
Hasta el viernes, la postal del conflicto mostraba más de 150 buques afectados e imposibilitados de cargar mercadería, bloqueos en los puertos y en las plantas procesadoras de oleaginosas y filas de camiones varados en los accesos a las terminales portuarias, principalmente al norte de Rosario, uno de los epicentros de la protesta.
Tras el entendimiento, se levantó el bloqueo en los puertos de San Lorenzo, Timbúes y Puerto General San Martín, y comenzó a recuperarse la actividad de carga y descarga en las plantas procesadoras y, según comentaron fuentes del gremio, la situación quedará totalmente normalizada mañana.
Asimismo, mañana habrá un nuevo encuentro, esta vez en el ámbito privado, entre el gremio y la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) –que agrupa a las principales firmas del complejo oleaginoso- para rubricar un conjunto de cláusulas adicionales que, en conjunto, llevarán el piso salarial de los actuales 10.500 pesos a 14.300 pesos para la categoría inicial, la del peón industrial, totalizando así un incremento de 36 por ciento.
“Es la forma que encontramos para salir del conflicto”, comentó a Tiempo Carlos Zamboni, asesor legal de la Federación Aceitera, quien aseguró que el incremento del 36% será aplicable a los cerca de 20 mil trabajadores que emplea la actividad, al tiempo que detalló que el cobro no estará vinculado al cumplimiento de disposiciones tales como el presentismo.
“Nosotros no negociamos a partir de la inflación, sino a partir de lo necesario para cubrir las necesidades. En esta industria no hay posibilidad de traslado de los aumentos a precios porque el aceite ya está controlado desde antes de Precios Cuidados. Además, el costo laboral –según los propios balances de las agroexportadoras- va del 0,5 a 1,8% en una industria que facturó el año pasado $ 250 mil millones, así que no hay nada que justifique que trasladen el resultado de la paritaria a precios”, concluyó.