Construido en la primera década del siglo XX, el Majestic es considerado uno de los hoteles más emblemáticos de la región.
Por su singular belleza arquitectónica, fue declarado Patrimonio Histórico de la ciudad de Rosario en 2006. Desde su creación, el edificio estuvo muy cerca de los puntos más relevantes de la historia rosarina, rodeado de cultura y movimiento social.
Su dueño, Germán Monney, presidente de la sociedad y un reconocido empresario industrial, puso en manos de Florencia Woelflin, el poder de venta exclusivo de la icónica mansión.
Woelflin hoy titular de FW Desarrollos y FW Propiedades, comercializa entre otros inmuebles, las torres Quinquela y terrenos en La Rinconada, propiedad de la familia Carey.
La corredora, abocada a la comercialización de inmuebles de alta gama, dialogó en exclusiva con ON24 sobre el proceso de venta de la esquina de San Lorenzo y la Bajada Sargento Cabral
¿Cuál es el estado de las instalaciones de un inmueble que data de principios de siglo pasado?
El estado del hotel es muy bueno, ya que permanentemente se realizan los mantenimientos necesarios para que así sea. Las habitaciones y los baños fueron remodelados con terminaciones de diseño y calidad. Además, toda la instalación eléctrica se hizo nueva adaptando al hotel a la nueva reglamentación.
¿Cómo está planteado hoy el hotel?
El terreno donde se encuentra emplazado el edificio posee una superficie total de 654 m² y una superficie cubierta de 3079 m² distribuidos en un subsuelo, planta baja y tres plantas con 54 habitaciones con sus respectivos baños privados, ya varias de ellas remodeladas en su totalidad.
La planta baja cuenta con un lobby de doble altura, recepción, restaurante y bar, también en un ambiente de doble altura, para 80 comensales con entrada independiente y cochera exterior cubierta. El entrepiso es un área destinada a salones modulables, gimnasio u oficinas con un total de 200 m².
El primer piso suma 20 habitaciones con un patio de invierno que provee luz natural al área común, actualmente utilizada como sala de lectura, en el segundo piso hay 17 habitaciones y las restantes, en el tercer piso.
¿Qué otros destinos podría tener el edificio dada su ubicación e infraestructura?
Pensamos como alternativa transformar algunas habitaciones en oficinas y otras en departamentos, el proyecto lo dejamos en manos de un afamado estudio de arquitectura que en breve nos darán los planos. Ya está hecha la subdivisión de PH para comercializar las habitaciones como unidad.
Algo para resaltar, es la cúpula de la terraza que nos transporta a los tradicionales rooftop de los hoteles de nuestras tan queridas ciudades europeas.
No debe ser fácil determinar un valor de mercado de una propiedad no estándar. Supongo que hay interesados con diferentes propuestas. ¿Hay cabida para ese tipo de negociaciones?
No es sencillo, pero tampoco imposible. Tenemos varias propuestas relacionadas al rubro salud, pero ninguna se acerca a las expectativas de Monney
Por Fabiana Suárez