“MUCHOS OUTSIDERS DE LA POLITICA TIENEN VOCACION PUBLICA; NO HAY QUE TENER PREJUICIOS”
Sergio Berensztein, PhD y master en Ciencias Políticas, llegó a Rosario para brindar una conferencia sobre el contexto político-económico que atraviesa el país
Antes de la misma, brindó la siguiente entrevista a ON24.
Autor: Nicolás Aramendi
¿Ya empezó, de alguna manera, la campaña para las presidenciales?
Estamos en una especie de precampaña, donde hay como un calentamiento de motores de cara a las elecciones provinciales, pero indudablemente la campaña no está en la calle porque es ilegal, no se puede hacer. Lo que hay, algún cartel o acto, está al filo de la ley.
¿La clave para ganar cuál es? ¿Especular con el error de los contrincantes o salir a hablar y proponer?
Depende del candidato y del distrito. Tanto Macri como Massa están tratando de tener presencia en todo el país. Esto es costoso y difícil porque tenemos partidos muy débiles en Argentina. Son líderes competitivos pero con partidos con una territorialidad acotada. Tanto el PRO como el Frente Renovador son coaliciones de partidos distintos; por eso, el PRO busca tanto al Radicalismo. Lo encuentra en algunos distritos, como es el caso de Santa Fe. Pero la territorialidad es uno de los elementos cruciales. Además, ésta es una campaña carísima, realmente. Ahora, la gente en general, busca líderes moderados que dialoguen, que puedan resolver temas concretos. Y los temas que preocupan son la inseguridad, infraestructura en algunos distritos –por las inundaciones, por ejemplo-. Muchos esperan que esto se resuelva en segunda vuelva, por tanto, tampoco hay que ser muy agresivo con el gobierno, porque hay que seducir a un electorado que no es demasiado crítico.
En 2001, se hablaba del voto bronca. ¿Puede darse algo similar en estas elecciones?
El voto bronca tuvo un momento de mucha importancia allá por el 2001, sobre todo en Santa Fe; un voto casi anti-sistema. Pero la verdad es que fue descendiendo significativamente el número de gente que vota en contra del sistema. Lo que sí tenemos es una tasa de ausentismo relativamente alta, que en promedio de Argentina es del 30%, teniendo en cuenta que son elecciones obligatorias. Yo creo que el voto bronca ya desapareció y se convirtió en un fenómeno más de nicho o de idiosincrasia, dependiendo de algún distrito. Hay un grado de insatisfacción con el sistema político, lo que se denomina técnicamente desafección, gente que no quiere a la política. Pero no parece haber un nivel de acumulación de bronca, como había en 2001.
Lo seguro es que esta polarización política que existe hoy se termina este año, ¿no?
La verdad es que no sabemos cómo va a seguir la grieta. Yo creo que la grieta está un poco exagerada. No es que toda la sociedad está involucrada en esa pelea. Creo que es cierto que hay gente que está ideologizada o polarizada, de un lado y del otro, pero me parece que no es un número tan significativo como para que genere un daño permanente. Lo veo, más bien, como un fenómeno transitorio. Veremos qué esfuerzos se hacen desde el próximo gobierno para evitar que estas diferencias se profundicen y, por el contrario, haya un intento de suturar estas heridas.
Usted recién decía que ésta es una campaña carísima: ¿cuánto más cara que otras?
Es muy buena pregunta. En principio, se estima que para las candidaturas más importantes a presidentes el costo de esta campaña a nivel nacional es de aproximadamente US$ 100 millones. Y a esto hay que agregarle las elecciones locales, a intendente y gobernador, con lo cual el gasto electoral va a ser realmente significativo. Hay un debate muy fuerte respecto a cómo se financia: hasta qué punto hay gasto público, de los contribuyentes, de la Anses. Pero con estos niveles de gasto, la pregunta es cómo se financian de manera legal y legítima. Es un debate abierto, muy controversial.
Respecto a Daniel Scioli, ¿cree que finalmente va a ser el candidato K? Y desde su parecer, ¿hasta qué punto lo ayudaría que la presidenta si incline por él?
Scioli no va a estar en contra de Cristina. Él puede llegar sin el apoyo de Cristina, pero no contra ella. Entonces, Scioli tiene muchas chances de ser presidente, pero su dificultad es que ideológicamente, por más que haga un esfuerzo para enfatizar sus aspectos de político pragmático y abierto, no pertenece a la familia de la presidenta y en el FPV tiene un segmento enojado con él. Pero si Cristina lo elige o no lo veta, no es porque tenga afinidad ideológica o política con él, sino porque no tiene otro afín que mida mejor.
Para usted, ¿lo va a elegir?
Tengo información encontrada al respecto. Tengo la sensación de que la presidenta no tiene tiempo para instalar un candidato igualmente competitivo, pero si ella quiere ganar, necesita a Scioli; si quiere hacer una buena elección, puede optar por otro.
¿Y Máximo Kirchner qué lugar va a ocupar en esta elección?
Hay mucha especulación y poca información. Pero la instalación que intentó hacer el gobierno en los últimos días no es menor. Veremos cuáles son los resultados de opinión pública, porque no hay ningún sondeo que trate de verificar eso. Pero en principio hay sobrados motivos para pensar que la presidenta está intentando establecer en Máximo un liderazgo que le permita a ella no tener tanta exposición a partir del próximo gobierno.
¿Los ve afianzados a los tres principales candidatos en el interior del país?
No, los veo en algunos distritos mejor que otros, pero afianzado no veo a nadie.
De cara a las elecciones nacionales, ¿piensa que se pueden formar nuevas coaliciones?
La pregunta del millón es si Massa va poder abrir el Frente Renovador a otros segmentos del Peronismo Federal. O, al margen de eso, si el candidato oficialista llega a ser competitivo, hasta qué punto Massa y Macri van a ser cómplices de eso o se juntan, veremos de qué manera, para cooperar e impedir que gane el oficialismo. Hasta el 10 de junio tienen tiempo para plantear coaliciones y hasta el 22 de junio las candidaturas.
¿Massa con Scioli?
Hoy, parece imposible, en la medida en que Scioli es tan oficialista. Porque Massa tiene fuertes credenciales anti-oficialistas y la presidenta y el gobierno lo odian. Es difícil.
¿Qué opinión le merecen las elecciones en Santa Fe?
Las sigo con enorme interés. Tengo la impresión de que acá los candidatos tienen mucho más para perder que para ganar. Por ejemplo, si Del Sel no sale primero el domingo (en las PASO), le va a costar a Macri, va a ser un golpe o un tropezón importante. Macri tiene mucha expectativa de hacer buenas elecciones en Santa Fe y Buenos Aires para apalancar su candidatura presidencial.
Teniendo en cuenta todo lo que se habló de Del Sel, ¿cuál es su posición respecto a la participación de outsiders en política? ¿Es momento de darles la oportunidad?
Me gustaría discutir si Del Sel es un outsider, teniendo en cuenta que ya fue candidato a gobernador, que fue diputado. Originalmente, viene de otro lado, pero después de tantos años compitiendo, él ya demostró bastante compromiso y, probablemente, una nueva vocación por la cosa pública. En general, estos saltos de la farándula a la política son, más o menos, recientes y tienen que ver con momentos en los que hay una política desacreditada y una búsqueda de dirigentes ya instalados. Muchos de ellos tienen vocación pública, no hay que tener prejuicios.