Llega al país plataforma líder mundial en sistema de pagos

Usado por empresas de todo el mundo, incluso Amazon y Google, fue creado por dos hermanos irlandeses. Tiembla Mercado Pago.

Patrick y John Collison son dos hermanos irlandeses que lograron mucho en muy poco tiempo.

Con apenas 19 y 20 años, crearon Stripe, la compañía de soluciones de pago que hoy tiene oficinas en 14 ciudades, es utilizada en 120 países y tras su última ronda de inversión alcanzó una capitalización de mercado de u$s35.000 millones.

Todo esto hizo que los hermanos y socios se convirtieran en multimillonarios a muy temprana edad. Hoy, con 31 y 30 años, respectivamente, Patrick y John tienen una fortuna valuada en u$s3.200 millones, según Forbes.

No solo eso: el menor, John, ocupó hasta el año pasado el primer puesto en la lista de los multimillonarios self-made más ricos del mundo, arrebatado en esa edición nada más y nada menos que por Kylie Jenner, la menor del clan Kardashian.

La historia de este unicornio empieza, dónde sino, en Buenos Aires. Los hermanos programaron el prototipo de su solución en cafés de la Capital Federal mientras se encontraban en una especie de vacaciones luego de abandonar la universidad.

Finalmente, tras años de éxitos, este año se conoció la noticia de que la compañía comenzaría a operar en el país que le vio dar sus primeros pasos. Pero para entender todo este frenético recorrido hay que empezar por el principio.

Patrick y John crecieron en una pequeña localidad llamada County Tipperary, en el oeste de Irlanda. Vivían en el medio del campo y muy alejados de sus amigos del colegio, por lo que desde chicos forjaron una relación muy fuerte.

Sus padres eran emprendedores, lo cual permeó directamente en ellos, que jugaban a manejar su propio negocio. Lo cierto es que, lejos de otros niños y sin acceso a Internet, en la casa se aburrían bastante. Hasta que descubrieron la biblioteca pública de la zona y se volvieron lectores voraces.

Un día, Patrick encontró un libro de programación y, fascinado, se lo enseñó a su hermano. Juntos empezaron a dar los primeros pasos y desarrollaron sus propias páginas web, por las que competían para ver cuál era mejor y hasta intentaban hackearse entre sí.

Eran buenos alumnos en la escuela pero, como ellos mismos admitieron, tenían distintos intereses que el resto de los chicos de su edad. Siguieron aprendiendo cada vez más sobre programación y en sus ratos libres armaban pequeños negocios armando sitios web. 

Hasta que llegó su primer gran hit. Crearon una empresa que bautizaron Auctomatic, que ofrecía un software que permitía a compañías pequeñas y comerciantes individuales efectuar transacciones con mayor facilidad en eBay. En tan solo 10 meses la fundaron, la hicieron crecer y la vendieron por u$s5 millones en 2008. Todavía eran dos adolescentes.

De Cambridge a Buenos Aires

Luego de terminar la secundaria, y ya con una startup exitosa en su currículum, los hermanos decidieron probar suerte en Estados Unidos. Y apuntaron alto. Patrick aplicó para estudiar en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), la institución tecnológica más reconocida del planeta y por cuyas aulas pasó Tim Berners-Leeel creador de la “www” (world wide web).

John no se quedó atrás: eligió Harvard, la casa de altos estudios “top” en la que nació Facebook. Ambos fueron aceptados, pero los hermanos se dieron el lujo de cansarse rápido de dos de las universidades más prestigiosas del mundo. Mientras estudiaban, pensaban todo el tiempo cuál sería su próximo proyecto.

En esa época detectaron que había muchos problemas para aceptar pagos online en los eCommerce de los comercios pequeños, con procesos quedados en el tiempo. Ellos mismos habían tenido esos inconvenientes con su empresa anterior, por lo que los entendían y vieron que había una gran oportunidad de negocio si proporcionaban un sistema que liberara a emprendedores de tener que lidiar con los cobros.

Así, en 2009 comenzaron a trabajar en lo que luego fue Stripe. Era invierno en Cambridge, Massachusetts, donde ambas casas de estudios tienen sede, y el frío les estaba jugando una mala pasada.

Leyendo blogs, encontraron unos posteos que hablaban sobre Buenos Aires, una ciudad con buen clima, barata, sin demasiada diferencia horaria y mucho WiFi disponible que permitía trabajar desde los bares. Tentados con la idea, los hermanos decidieron escapar del invierno e instalarse un mes en Argentina.

“No sabíamos por dónde empezar, así que decidimos irnos de vacaciones. En Buenos Aires, los restaurantes están abiertos hasta muy tarde y hay WiFi en todos lados. Es como una ciudad entera ajustada al horario hacker. No visitamos casi ningún punto turístico, solo nos levantábamos, íbamos por un café y programábamos todo el día“, confía Patrick sobre la estadía de ambos en la capital argentina.

Después de algunas semanas trabajando desde los cafés de Recoleta (incluso en la cuenta de Twitter del mayor todavía se visualiza una foto de ambos con sus computadoras sentados en un Havanna de Buenos Aires) dieron con su prototipo, y salieron a probarlo. Los primeros dos clientes fueron amigos, y a partir de ahí fueron mejorando.

“El café en Argentina es “perfecto”. Siempre te traen un americano pequeño, un vaso de agua más pequeño y un bocadito”, recuerda John sobre sus periplos por los bares.

Volvieron luego de un mes a Estados Unidos, pero ya tenían claro que no iban a volver a clases. Así que marcharon hacia California, para trabajar junto con YCombinator, la gigante aceleradora de startups con la que ya tenían relación porque habían invertido en ellos cuando estaban trabajando en Auctomatic. A partir de ahí, la empresa no dejó de crecer.

En 2010, incluso, llamaron la atención de Peter Thiel, fundador de PayPal, que también los fondeó. Un año más tarde, salieron masivamente al mercado y para 2012 se subieron inversores de la talla de Sequoia Capital y Amex Ventures. También se sumaron emprendedores consagrados, como el propio Elon Musk.

Una rueda imparable

Según el sitio de la empresa, los clientes se cuentan por millones. Desde pequeñas startups hasta gigantes corporaciones, algunos nombres que los eligen son Amazon, Google, Microsoft, Uber, Lyft, Spotify, Slack, Kickstarter, Booking.

Stripe está diseñado para ocuparse de todo el trabajo de la facturación y hoy ofrece un amplio kit de herramientas para facilitar el ecommerce.

Incluso, crearon herramientas como Radar, un servicio que trabaja con machine learning y permite reducir el fraude con tarjetas de crédito hasta un 25 %, o Atlas, una plataforma pensada específicamente para la creación de startups con todos los procesos legales aceitados.

Entre sus lanzamientos más recientes está Issuing, una Interfaz de Programación de Aplicaciones (API) que permite a las empresas crear, administrar y distribuir tarjetas virtuales. Un servicio ideal para el creciente mercado fintech.

Ahora, como parte de su desembarco por América Latina, Stripe puso un pie en Argentina y hace temblar a nombres como Mercado Pago, la solución de cobros más elegida en la región por empresas de todos los tamaños.

Ya sabemos que los hermanos Collison tienen buen recuerdo de su paso por Argentina, así que no sería de extrañar que tengan grandes planes para crecer por estas latitudes. Y hasta quizás puedan desarrollar sus nuevos productos aquí.

Al menos, si siguen la recomendación que del propio Patrick repite más de una vez a sus colegas: “Si quieren que algo se haga, consideren basarse en Buenos Aires, una ciudad que corre con un horario para programadores”.

Fuente: iProUP
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