La pandemia vino a acelerar la transformación que el segmento de compra, venta y alquiler de inmuebles demandaba hacía mucho tiempo. La digitalización fue protagonista no solo en Argentina, sino en el mundo entero que, producto del confinamiento, debió incorporar nuevos métodos en el día a día de su negocio.
¿Qué tendencias comienzan a verse?
- Realidad Virtual y Realidad Aumentada para visitar los inmuebles. Se implementan tours virtuales en tres dimensiones que pueden recorrerse con visores como el oculus Go y también aplicaciones que permiten amoblar y elegir los colores del nuevo hogar mediante una computadora. Por un tema de costos estas innovaciones se utilizan en principio para la venta de propiedades con un ticket alto, pero van llegando al mercado de alquileres.
- Digitalización de documentación y Firma digital para lograr una experiencia totalmente online. Es cada vez más frecuente que los contratos, la verificación de solvencia y los pagos puedan hacerse de modo no presencial.
- Blockchain y contratos inteligentes para el registro de operaciones. La utilización de este tipo de tecnología permitiría desde el registro de la operación con fecha cierta y firma autenticada, hasta la eventual transferencia de fondos en una fecha determinada cada mes.
- Uso de Bitcoin u otras criptomonedas como forma de pago. Como se mencionó anteriormente, el uso de un contrato inteligente permitiría que el locador reciba los fondos de manera puntual y que quede registrado en forma permanente.
- Atención permanente a través de agentes o robots que puedan resolver las inquietudes de los potenciales clientes. El cliente ya no se conforma con que lo atiendan en horario de oficina de lunes a viernes, sino que demanda atención en los horarios que le quedan cómodos y espera respuesta acorde.
“No hay dudas de que, hasta hace poco tiempo, mudarse era un proceso estresante que requería visitar múltiples inmobiliarias, conseguir un familiar que nos diera una garantía y realizar infinidad de trámites en forma presencial en los momentos en que debíamos estar trabajando. Hoy, cada vez más gente busca su nuevo hogar online y la mayoría lo hace desde su teléfono. Todo esto venía avanzando y se vio potenciado por la pandemia”, señaló Gustavo Daniszewski, Director General de GarantíaYa.
Firma digital
En Argentina, el Congreso Nacional aprobó la ley de firma digital Nº 25.506 en 2001, por la cual “se reconoce el empleo de la firma electrónica y de la firma digital y su eficacia jurídica en las condiciones que establece la ley”.
En la actualidad, y más aún en contextos como el actual, esta modalidad se aplica en contratos de cualquier tipo, recibos de sueldo, documentación laboral en general, comercial, bancaria, administrativa, judicial y educativa, y cada vez son más los ámbitos que la requieren ante la imposibilidad de encontrarse cara a cara.
El rubro inmobiliario es uno de los más afectados por el aislamiento y en el que se vislumbra un nuevo paradigma en cuanto a los modos de operar. En este sentido, encuentra en la firma digital un aliado importante para seguir funcionando.
“Llevamos cientos de contratos digitales firmados en el interior y en CABA; es mucho más expeditivo y es lo que viene”, sostiene Ezequiel Cymeryng, Gerente Comercial de GarantíaYa, empresa que ofrece garantías de alquiler, y explica que “al ser los garantes se requiere que un apoderado de la empresa firme el contrato”.
Lo más relevante en circunstancias como las actuales es que el trámite de la garantía se puede realizar 100% online gracias a la firma digital, algo que la empresa dispone hace más de un año y medio.
Desde que comenzó la cuarentena, GarantíaYa capacitó a más de 1.600 inmobiliarias en forma gratuita para que conozcan los beneficios de utilizar la herramienta.
“El sector se está dando cuenta de que el impacto de la pandemia hubiera sido mucho menor de haber tenido ya implementados recursos como la firma digital, mejor calidad de fotos y videos de las propiedades, buenos portales web y redes sociales preparadas”, señala Cymeryng.
Aspectos legales y de seguridad
Desde el punto de vista legal tiene el mismo status que la firma de puño y letra; posee altos estándares de seguridad y es un documento que tiene validez sólo digitalmente. Se presume que toda firma digital pertenece al titular del certificado digital que permite la verificación de dicha firma.
Diferencia entre la firma electrónica y la digital
La firma electrónica no requiere ningún registro y no tiene presunción de autoría, lo que la ubica un paso más adelante de la firma de puño y letra, pero un paso atrás de la firma digital.
Beneficios principales
Su mayor beneficio es la rapidez, ya que se pueden firmar contratos desde cualquier lugar del mundo y la reducción de costos porque no hay que certificar contrato mediante escribano.
Cómo se gestiona
Se lleva a cabo solicitando un turno en www.argentina.gob.ar con la misma dinámica que requiere tramitar un DNI y se obtiene en 30 minutos, sin ningún costo.
Aplicación en contratos de alquiler
En los contratos de alquiler, hoy GarantíaYa tiene la posibilidad de firmar con la validez jurídica que requiere un propietario, y se da la posibilidad de que las partes opten por la firma tradicional o la digital, sin ser excluyente la una de la otra.
El documento es válido digitalmente, no hay que archivarlo en una carpeta física lo que resulta beneficioso desde el cuidado del medioambiente. Se puede copiar el archivo las veces que sea necesario y todas las versiones son válidas, siempre se tendrá el documento original ya que la validez legal la da la plataforma digital; se puede imprimir, pero no tiene validez legal.
“Así como un escribano certifica físicamente la firma de puño y letra, la plataforma del Gobierno impacta la firma en el documento, y da la posibilidad de que uno pueda validar quien lo firmó en segundos”, explica Cymeryng.
Perspectivas
“Estamos en una transición y seguramente muchas personas aún sean reticentes a esta tendencia. Sin embargo, la posibilidad de poder firmar un contrato sin tener que trasladarse se va a apreciar cada vez más en estos tiempos, sobre todo entre las personas mayores”, concluye Cymeryng.
Fuente: iProUP