Javier Milei protagonizó una de las exposiciones más fuertes en el XVI Congreso de Economía Provincial de Fundación Libertad. Mientras hacía un análisis económico del primer año de gestión de Alberto Fernández, declaró: “Estamos ante un gobierno genocida que, con tal de no dejar de robar, no sólo ha generado la peor crisis económica, social y sanitaria de la historia, sino que está dispuesto a dejar que la gente se muera”. El economista dijo que el único punto positivo a destacar es que “por lo menos a este gobierno socialista le queda un año menos”. A continuación, compartimos algunos de los principales conceptos que esgrimió y su charla completa.
Un delito de lesa humanidad
Según Milei, el modelo de cuarentena impulsado por Alberto Fernández constituye un delito de lesa humanidad. El mediático economista citó el artículo 7, inciso K del Estatuto de Roma de 1998 para justificar su afirmación. “Es un delito que va en contra de la vida y de la libertad”, explicó. Luego, ahondó: “La cuarentena cavernícola y el modo en el que está implementada, implica un ataque sistemático sobre el derecho de propiedad, lo cual deja a las personas sin medio de sustentación”. Ante lo cual, planteó dos posibles escenarios: “Las personas pueden elegir seguir luchando contra el sistema y, dadas las diferencias relativas entre el tamaño del Estado respecto al de cualquier individuo, lo puede terminar haciendo morir de hambre. La otra alternativa es ceder frente al Estado y convertirse en un esclavo”.
Para Milei, la gestión sanitaria estuvo mal rumbeada desde el principio. “Mientras que todo el mundo sabe que esto se resolvía a través de testeos masivos para aumentar la tasa de remoción de enfermos del sistema, acá nunca lo hicieron porque es una estrategia que implicaba hacer licitaciones internacionales y allí no se podía robar”, disparó. Luego fue más allá: “Como con los testeos masivos no podían robar, no se testeó y se encerró a la gente en una cuarentena ridícula y cavernícola”.
El equilibrio general
“Una de las cosas que descubrimos sobre los infectólogos es que no tienen noción de lo que se llama equilibrio general”, dijo Milei. Ejemplificó: “En general, cuando uno va al médico, te dice que guardes treinta días de reposo. Pero si uno no tiene una actividad de relación de dependencia, tendría un problema grave porque va a tener que ver quién banca la olla por esos treinta días. Con seis millones de argentinos que trabajan en negro, esto no es un problema menor”.
En la misma línea, declaró: “Una persona que trabaja en relación de dependencia también tiene sus problemas. Supongamos que por alguna cuestión te encontrás frente a la situación de enfrentar esto con ahorros o con ayuda de algún familiar o amigo. Cuando aplicás esta estrategia cavernícola a toda la población, la hacés colapsar porque el que podría haber ayudado, ahora también necesita ayuda”.
La recuperación en forma de V
Milei remarcó que una de las consecuencias más graves de la cuarentena son los efectos intertemporales. “Cuando hablé de una recuperación en V, yo me basé en la teoría de los ciclos reales. Básicamente, los ciclos son generados por impactos sobre la oferta de la economía. En esta literatura, los shocks son de tipo tecnológico o por golpes sobre el capital. En este caso, es muy simple porque la caída fue fuerte por la salida de la gente del mercado laboral, pero, terminadas las cuarentenas, la gente vuelve y la economía rebota drásticamente”, explicó.
Luego, reclamó: “Aquellas economías más flexibles y que utilizaran métodos que a la postre no terminaran avanzando sobre las libertades individuales tienen una recuperación mucho más rápida. El caso emblemático es Estados Unidos donde la recuperación no solo fue en V, sino que volvió a los niveles previos volando. El caso argentino está en las antípodas y a la V ya le amputaron el brazo derecho, lo cual no es de extrañar de un gobierno de izquierda”.
Un futuro liberal
“Si Argentina tiene futuro, es un futuro liberal”, sentenció el economista. Sobre el final de su exposición, recordó su actual participación en el espacio político “Anvaza Libertad”, el cual integra junto a José Luis Espert.
En primer lugar, Milei le apuntó al socialismo en general: “No es un problema de personas. Los kirchneristas eran chorros. Pero que se fueran no significa que al irse el socialismo podía funcionar. Podría poner a las mentes más brillantes de la historia de la humanidad al frente y va a fallar también”.
Luego, habló del modelo argentino. Según afirmó, “lo que hay que entender es que la reforma que hay que hacer en Argentina va en contra de la corporación política toda”. En ese sentido, graficó tres posibles salidas: la batalla cultural, la revolución o el ingreso al sistema. “La primera está agotada. Tuvimos una gran oportunidad en los 90s y terminamos en una situación muy precaria. La segunda no la comparto porque no me gusta la violencia y, además, el Estado tiene el monopolio de las armas. La única vía es meterse dentro del sistema y dinamitarlo desde adentro. Cuando todo explote, espero que aparezca una solución liberal y que no sea volver a caer sobre la izquierda que nos terminará llevando a la miseria total y absoluta”, concluyó.