Mariel Fornoni, socia directora de Management & Fit, participó del panel “Imagen del gobierno y la oposición al finalizar el 2020”, en el XVI Congreso de Economía Provincial organizado por Fundación Libertad. Según sus estadísticas, la aprobación de la gestión de Alberto Fernández regresó al nivel que tenía al principio de la pandemia: aproximadamente un 40%. Sin embargo, aclaró que el gobierno enfrenta un escenario mucho más complejo que en aquel entonces, pues ha comenzado a pagar el precio del descontento de la gente que antes culpaba a la gestión anterior por su mal pasar.
“Al principio, todos considerábamos bien que se tomen decisiones prematuras. También observábamos una Cristina (Fernández) ausente. Se percibía un liderazgo incipiente”, explicó la socióloga. Según reveló, las primeras medidas sanitarias del presidente fueron recibidas con un 92% de aprobación de los argentinos. Por otro lado, subrayó que esto solamente duró dos meses y medio y luego comenzó a decaer por cuestiones políticas. El caso Vicentín fue un hito: “Un 58% de la gente pensó que se trataba del comienzo de una serie de expropiaciones”. Además, destacó el desgaste que produjo la aparente intervención de la vicepresidente: “Muchas decisiones, la mayoría relacionadas con la justicia, mostraban que eran decisiones de Cristina. Perdió apoyo rápidamente”.
Si bien actualmente la gestión todavía cuenta con un 40% de aprobación, Fornoni cree que el escenario ya no es tan alentador como en marzo. Mientras que al comienzo del año la gente culpaba al gobierno anterior por el descontento general, luego de un año, Alberto Fernández ha comenzado a pagar ese precio. Actualmente, reveló Management & Fit, un 50% de la gente piensa que Cristina es quien toma decisiones, mientras que solamente un 30% cree que es el presidente quien se encarga de esa tarea. “La percepción es que hay un gobierno muy debilitado, con poca gestión, con una Cristina muy fuerte detrás. Le pondría un 4, como aprobado”, sentenció.
En cuanto a la tensión entre presidente y vice, Fornoni declaró: “Cristina quiere desvincularse del gobierno de Alberto Fernández. Sin embargo, lo quiera o no, es su vicepresidente. El senado ha sido el órgano que se mostró más fuerte, aunque a Massa prácticamente ni se lo nombra”. También disparó: “Hay un enojo y una impotencia fuerte de Cristina porque no le han cumplido con lo que seguramente le prometieron, que es la resolución de sus causas judiciales dentro del primer año”. En este sentido, destacó que, incluso pese a las urgencias sanitarias y económicas, la mayoría de la gente cree que la corrupción es su mayor preocupación.
De cara al panorama electoral, Rodríguez Larreta es, a juicio de la socióloga, quien se ha convertido en el exponente más visible de la oposición. La explicación de este fenómeno tiene que ver con el hecho de que, al comienzo de la pandemia, “no había poder legislativo, ni judicial, el ejecutivo era el único que funcionaba y esto le dio una visibilidad a nivel nacional muy importante. Además de que tuvo una gestión en la ciudad de Buenos Aires que está casi en el 70% de aprobación”. También aclaró que, a diferencia de Macri y Cristina que tienen un rechazo del 55%, tiene una imagen negativa muy baja.
En lo que respecta a las PASO, reconoció que se tratan de un misterio: “No sería la primera vez que se suspenden o se reprograman elecciones con este gobierno, Ha pasado en 2009 cuando Cristina adelantó las elecciones ocho meses, agarrando a todo el mundo mal parado”. En resumen, destacó que el punto clave será si el peronismo llegará unido o con divisiones. En este sentido, aclaró que en el primer caso, podrían ser elecciones difíciles para la oposición.
También subrayó que, pese a ser elecciones legislativas, se vivirán como ejecutivas y puso el énfasis en la mala situación económica de los gobernadores: “No tienen recursos propios y la maquinita de emitir la tiene el Banco Central. En función de esa dependencia es muy probable que los gobernadores no puedan desdoblar fechar y que tampoco puedan elegir los diputados y senadores que quieran poner, sino que sean designados por el gobierno central”.
En cuanto a la renovación de bancas de ambas cámaras, Juntos por el Cambio renovará 60 bancas de 116 en diputados, mientras que el Frente de Todos, 51 de 119. Mientras tanto, en el senado se renovarán ocho cargos de 28 para la oposición, y 15 para el oficialismo. “Si los resultados fueran similares a los de la elección pasada, aunque probablemente sean más favorables a la oposición, el FPT quedaría con quórum propio y mayoría simple, y perdería una sola banca en el senado correspondiente a Chubut. Sí estaría muy lejos de conseguir los dos tercios en el senado”, explicó Fornoni.
Concluyendo, la socióloga destacó que la gran incógnita queda en quién tiene el poder. “Hoy la situación de Cristina es peor que cuando arrancó el año pasado. El tema es dónde está el poder y cuáles son las reglas”, dijo. En cuanto a la continuidad de las políticas del gobierno, cerró: “La gente empezó a confiar en el inicio de la cuarentena, pero hoy se sienten decepcionados y sin confianza es difícil construir algo serio”.