La agroindustria produce una gran variedad de alimentos de alto contenido nutricional que agregan valor al conjunto de las cadenas agroalimentarias. En este sentido, el fuerte incremento en la industrialización de materias primas ha generado una diversidad de sub-productos o derivados de la elaboración de cereales y oleaginosas, con el potencial de ser comercializados como insumos básicos para otras industrias y la alimentación animal.
En el caso de la cadena triguera, producto del proceso de molinería y obtención de la harina también se obtiene un alimento de tipo energético-proteico como es el afrechillo de trigo. Normalmente se presenta en polvo, pero últimamente se lo comercializa en forma de pellets como se lo conoce habitualmente. Su alto elevado porcentaje de proteínas, con un muy bajo porcentaje de desmenuzado, lo hace muy fácil de utilizar para las dietas de cerdos. Por lo general cuenta con las siguientes características: 86% de Materia Seca, 2,80% de Materia Grasa: 2.80% y 5% de Energía Metabólica.
Si se observa la evolución productiva de pellet de trigo en Argentina, no se ha alcanzado un crecimiento sostenido en los últimos 20 años, como consecuencia de los traspiés en la actividad industrial. Luego de alcanzar un pico de 1,6 Mt en el año 2011, se registró una caída productiva y un posterior estancamiento que perduró hasta el año pasado. Afortunadamente, en 2019 se logró un gran salto productivo del 13% respecto a 2018 y se alcanzó una producción de 1,5 Mt, lo cual refleja un récord desde el año 2011. Mientras que en lo que va de 2020 hasta octubre, ya se arribó a lo obtenido en el año 2018 y todo indica que se pueda acercar a la producción alcanzada el año previo.
No obstante, el dato a destacar es la mayor inserción externa que ha tenido dicho producto en los últimos años. A partir de 2018, se observó un crecimiento importante en el tonelaje exportado de pellet de trigo, arribando en 2019 a un máximo desde al menos 2002 con 249.315 toneladas. Ello ha repercutido en la proporción del pellet enviado al exterior que alcanzó en 2019 el 16,4% del total producido y teniendo que remitirse hasta el año 2002 para observar un guarismo como el actual. A su vez, si bien aún no se tiene el dato consolidado del 2020, hasta el mes de octubre dicha internacionalización de este sub-producto se encuentra nada menos que en el 16,8%.
En cuanto a los destinos de exportación, los países de la región y principalmente Uruguay, han sido en mayor medida el destino último del pellet de trigo argentino. Sin embargo, el salto en las exportaciones de los últimos años que ha llevado el valor exportado de US$ 7,3 millones en 2017 a US$ 30,3 millones en 2019, viene de la mano de una ampliación de destinos hacia otras regiones del mundo. En este sentido, países del norte de África como de Medio Oriente han logrado complementar los habituales despachos regionales, lo cual ha expandido las posibilidades de los molinos locales en materia de colocación de los sub-productos de cara al futuro.
Por otro lado, si se analiza el Índice de ventajas comparativas reveladas (VCR), tal indicador muestra una aproximación de las fortalezas exportadoras y de la competitividad de un país respecto al resto del mundo. Se infiere que un país presenta una ventaja comparativa revelada en un producto (VCR > 1), cuando el ratio de exportaciones de dicho bien respecto al total de exportaciones de ese país es mayor al mismo ratio obtenido para el mercado mundial. En nuestro país, tras el importante esfuerzo exportador en el caso del pellet de trigo, en 2019 se logró vislumbrar una ventaja comparativa respecto al resto del mundo con un valor para tal indicador de 1,69 y con una gran posibilidad de mantenerse o aumentarse en 2020.
Al analizar las empresas exportadoras del sector, en el año 2009 la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) impulsó la creación del Fideicomiso FAIM con el objetivo de conformar una estructura de exportación de harina y pellets de trigo hacia destinos extra regionales.
Si se observa el período entre 2010 y 2017, empresas vinculadas a tal fideicomiso mantuvieron una participación preponderante en el volumen anotado de las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) de pellets de trigo, pero con una presencia casi inexistente por parte del fideicomiso en materia de ventas externas. Sin embargo, desde el año 2018 y casi una década posterior a la conformación de tal sociedad, el Fideicomiso FAIM alcanzó su objetivo de incrementar el volumen exportado y con una representatividad del 30% respecto al total registrado. Por otro lado, si bien no se tienen datos de destinos de tales ventas externas, coincide con los años en los cuales se logró un incremento sustancial de exportaciones hacia destinos extra-regionales como Arabia Saudita, Marruecos, Omán y Senegal.
En cuanto al panorama mundial del pellet de trigo, a lo largo del último lustro se registró una evolución estable en materia de exportaciones con un valor promedio de US$ 900 millones y arribando a US$ 808 millones en 2019. Respecto al papel de Argentina, tras alcanzar una participación del 2,4% de los despachos mundiales de pellets en 2011, no se logró mantener dicha cuota del mercado mundial al presentar una tendencia a la baja hasta 2017. Luego, a partir de 2018 en sintonía con el crecimiento de las exportaciones se logró un gran salto en la participación global hasta alcanzar el 3,8% en 2019, indicando un record de al menos la última década.
De esta forma, en base al conjunto de indicadores analizados anteriormente, no solo se observó un crecimiento en el valor exportado de pellets de trigo del 322% en los últimos 3 años, sino que se logró acaparar una mayor porción del mercado mundial gracias a la expansión de las exportaciones hacia nuevos destinos. Asimismo, en base al análisis de las principales empresas exportadoras de dicho sub-producto de trigo, se destaca la participación del Fideicomiso FAIM desde 2018 y de empresas vinculadas a tal sociedad, que el año pasado representaron en conjunto el 95% del total anotado de ventas externas.
Por último, tal resultado no parece ser consecuencia de un simple aumento en el total de exportaciones por una mayor demanda internacional. A raíz de los objetivos postulados por FAIM al momento la conformación de tal fideicomiso, se infiere un arduo trabajo de casi una década que logró confluir en el objetivo deseado desde un comienzo, respecto a una conformación de una estructura exportadora más amplia vía nuevos destinos para este sub-producto, lo cual dio lugar a la generación de una ventaja comparativa en el pellet de trigo respecto al resto del mundo desde el año 2019.
Fuente: BCR