En los últimos tres años el valor relativo del dólar paralelo viene en aumento constante, y son pocos los negocios que han podido actualizar sus precios para acompañar este crecimiento. En este sentido, Fernando Javier Valesani, titular de Constructora homónima, recuerda: “A misma fecha en año 2017, el dólar (en ese momento de libre acceso) cotizaba en $17,50 pesos argentinos. Más allá de una clara volatilidad, hoy día en Rosario, se está operando en alrededor de $165, esto significa un precio por dólar casi 10 veces mayor al previamente mencionado”.
La coyuntura actual del país generó un momento de verdadera oportunidad para aquellos ahorristas que mantuvieron su resguardo en moneda estadounidense, y es que el m2 para la construcción de una vivienda tipo, se encuentra en su mínimo histórico.
Repasando los costos de la construcción, Valesani aseguró que “Lejos de acompañar el aumento del blue, los costos de construcción se redujeron casi en un 50%, medidos en esta moneda. Registramos que el pico se generó en noviembre del 2017 cuando el valor rondaba los usd 1400 mientras que hoy oscila entre los 700 y los 750, dependiendo de la calidad de las terminaciones”.
Según el empresario hoy en día es posible levantar una casa de 150 m2 con 3 dormitorios, 3 baños, cocina, comedor y pileta por usd 120.000, a lo que se le debe sumar el costo del terreno. “Si bien estamos viviendo un momento distinto, y hay mucha incertidumbre en la cabeza de los inversionistas, hay algo en lo que la mayoría concuerda y es en la seguridad que provee el ladrillo”.
En relación al marcado desabastecimiento de algunos materiales para la construcción, como los ladrillos cerámicos, algunos tipos de viguetas y la falta de arena, explicó: “son complicaciones que trae la excesiva demanda sumado a algunas especulaciones relacionadas a un dólar oficial prácticamente fijo”.
Conexión natural
El contexto cambiario, sumado al rechazo al encierro que despertó la interminable cuarentena del 2020, está motivando a los rosarinos a escapar de las zonas urbanas.
“Es innegable que el centro de la ciudad siempre será núcleo de comercios y oficinas, y por lo tanto de viviendas, pero la nueva modalidad de home-office que muchos empresarios comenzaron a adoptar, abre el juego a nuevas formas de vida”, apunta el titular de la Constructora Valesani. “Acá, en La Rinconada, se está viendo este fenómeno muy claramente, por la cantidad de viviendas en construcción y cómo los desarrolladores están apostando a proyectos en el barrio”, concluyó.