La apuesta de $4.380 millones

“El que apuesta al dólar pierde” (L. Sigaut, 1981)

El mes de abril marcó un nuevo máximo en la serie de ventas mensuales de dólares para atesoramiento. Esta modalidad, instaurada a partir de principios de 2014 como una flexibilización del cepo cambiario acumula ventas de divisas a ahorristas por un total de US$ 4.866 millones desde su nacimiento. Solamente en el mes de abril se vendieron dólares por 495 millones de dólares, equivalente a 4.386 millones de pesos al tipo de cambio oficial.

Considerando que las estadísticas publicadas por AFIP en relación a las operaciones validadas para la adquisición de divisas señalan que en 92% de los casos las transacciones finalizan en el retiro de los billetes verdes por parte del ahorrista, es lógico pensar que la mayor parte de las 733.592 operaciones efectivizadas durante el cuarto mes del año terminaron en salida de los dólares del sistema bancario. Esto implica, a su vez que en cada caso la compra de divisas tuvo un cargo adicional del 20% de la cotización oficial en concepto de adelanto de impuesto a las ganancias. Adelanto que en muchos casos no es recuperado por parte del contribuyente por no estar alcanzado por el impuesto, o bien estando alcanzado, la demora en el proceso incide negativamente en el poder adquisitivo de estos fondos.

Es posible a su vez inferir que una buena parte de estos dólares, una vez migrados del sistema bancario también salen del circuito formal de la economía al alimentar el mercado cambiario paralelo. Esto no es otra cosa que la transacción comentada miles de veces en mesas de café, “comprar oficial y vender blue”, apodada como “dólar puré”. De este modo, con mayor o menor cantidad de instancias intermedias, cada uno de los casi 500 millones de dólares llegó a su tenedor final a un costo comprendido en el rango de los $10,68 (oficial más 20%) a los $ 13 (blue) por unidad.

Asumiendo que los más de 750 mil individuos que participaron en compras de “dólar ahorro” o blue (de segunda mano) actuaron en forma racional, resulta una premisa del análisis que esperan que al mantener su dinero en dólares, este ofrecerá una rentabilidad superior a otras inversiones comparables. En otras palabras, quienes compraron dólares durante abril para atesorarlos lo hicieron pensando que esta opción se transformará en una mayor ganancia que mantener los pesos aplicados a otros destinos de inversión.

Sin profundizar en demasía en las alternativas de ahorro para los individuos, una colocación en Letras del Banco Central hasta el mes de enero de 2016 ofrecía en la última semana de abril un retorno del 28,4%. Siendo que los dólares atesorados, dentro o fuera del circuito formal ofrecen un rendimiento nominal del cero por ciento, sólo es razonable mantener esta posición si se espera que en el primer mes de gobierno del próximo presidente de los argentinos el tipo de cambio haya alcanzado los $12,80 y haya desaparecido el cepo cambiario, lográndose la libre operatoria entre pesos y moneda extranjera.

En síntesis, en forma consciente o inconscientemente, los agentes económicos durante el mes de abril  apostaron $ 4.380 millones a una devaluación superior al 43% en los próximos ocho meses. En un escenario en el que los líderes políticos oficialistas y opositores confrontan sus propuestas en materia económica, los participantes del mercado van colocando las fichas sobre el paño.

Por Lic. Leandro Fisanotti – Lic. Adriano Mandolesi

Comentarios