En el marco del congreso A Todo Trigo, el asesor de la Federación de Acopiadores, Raúl Dente, vertió algunas consideraciones sobre un trabajo realizado junto a Gustavo López de Agritrend en el que analizan el impacto de las distintas políticas que se han aplicado sobre el trigo.”El costo total de las políticas de restricciones al trigo para los productores fue de 9.600 millones de dólares, con el agravante que 5.900 millones se regalaron a sectores que no necesitaban el subsidio”, dijo.
Y agregó: “Por cada dólar que el fisco destinó a los pobres, los productores tuvieron que poner 1,60 dólares para subsidiar a los consumidores ricos”. Con estos números, que sólo han aportado merma de área y una desaparición de la Argentina como referente productivo y de exportación del cereal, Dente sostuvo que califican al sistema “como perversamente ineficaz e inequitativo. Por eso lo hemos medido, para que lo tengan en cuenta quienes diseñen las políticas del futuro”.
Tal como consigna el trabajo de Dente y López, “si se eliminaran todas las retenciones y las restricciones a las exportaciones de todos los cultivos, excepto los de la soja, se registraría un aumento de las exportaciones (por mayor área sembrada general) por 3.000 millones de dólares anuales y se registraría un costo fiscal de 130 millones, el que veríamos descender a estos niveles compensado por el aumento de la producción y los ingresos al fisco a través de los impuestos generales como Ganancias, por ejemplo”.
El panorama en Estados Unidos
El analista norteamericano Todd Davis se refirió a la situación que vienen atravesando los “farmers”, luego de pasar en 2012 por la segunda sequía más severa de su historia, que dejó como saldo stocks realmente ajustados ante la caída en la producción de maíz y soja. Eso generó una explosión de precios en los siguientes dos años y una producción récord de trigo, maíz y soja que superó los 2000 millones de toneladas.
En relación a los rendimientos promedio de los últimos años, Davis acotó que no se han ajustado tan bien a la demanda: “En soja, y en promedio entre 2006 a 2013 la demanda china registró aumentos de seis millones de toneladas, al igual que la demanda de maíz por otros usos; sin embargo, en esos años los rindes de Estados Unidos estuvieron por debajo del promedio casi un 25% de los años, al igual que los rindes de soja estuvieron por debajo de la tendencia en la mitad de los años”.
Frente a los movimientos de clima y precios, el profesor de la Universidad de Kentucky (EE.UU) habló de la contracción y expansión de áreas según las decisiones de los productores: “El área sembrada de maíz ha bajado desde 2012, pero la de soja aumentó unos 8 millones de hectáreas desde 2007. Por otra parte, el algodón fue el cultivo que más área perdió, en torno a los 2 o 3 millones de hectáreas desde 2006, y el caso es que los productores han decidido ser cerealeros. Vendieron sus maquinarias y ahora están en otro negocio”, indicó.
En lo que al trigo se refiere, “desde 2008 el área disminuyó unos 3 millones de hectáreas y “el pronóstico a largo plazo en los EE.UU es de 21,2 millones de hectáreas de trigo entre 2016 y 2024, entonces, el remedido para los precios altos son los precios altos”, agregó Davis.
Al referirse a la condición de esta cosecha de invierno alegó que han sufrido un clima adverso en el Este y se registraron sequías en Kansas. “La cosecha podría tener problemas de rinde”, comentó. “Kansas viene teniendo rindes muy variables y por segundo año consecutivo vemos que la rentabilidad será negativa en trigo, lo que se agravará con menores rindes. Por otra parte, la revalorización que se está registrando con el dólar norteamericano no es bueno para el trigo porque le resta competitividad”. Finalmente, apuntó que la suerte del trigo tendrá directa relación con las exportaciones.