La disparada del dólar y el buen posicionamiento del precio de la soja incrementaron la demanda de automóviles en Rosario, pero la oferta no está acompañando con abastecimiento de modelos, debido, principalmente, a las trabas para importar vehículos e insumos y también a que las fábricas trabajan a menor ritmo.
“Se disparó la demanda, pero no hay autos. Se vende hasta donde nos dan las fábricas o se pre-vende con entrega en algunos modelos a enero o febrero”, explicó a ON24 el presidente de Giorgi Automotores y Ginza. Además, ponderó, “los importados extra Mercosur, fundamentalmente los híbridos que tienen que entrar sólo con el 5% de impuestos, el Gobierno todavía no los aprobó”.
El empresario local remarcó que si bien “los autos quedaron baratos respecto al dólar y el precio de la soja”, señaló que “hay una serie de variables que hacen que no se venda lo que podríamos vender”.
Giorgi manifestó que la falta de abastecimiento “está complicada en todos los segmentos”, por lo que hoy las opciones son: “O parás la venta o vendés diferido, pero sin congelar precio, porque es imposible fijar precio en un país en el que no sabés qué pasa al otro día”, expresó y mencionó que los aumentos anunciados por las terminales para el mes que viene rondan entre el 1 y el 4%, dependiendo del modelo.
“Acá lo que más se producen son pick ups, que es lo que menos falta. Pero para que entren autos hay que exportar y las fábricas están produciendo con un programa mucho más chico. Lo reformularon hace un mes pero de un día para el otro no podés duplicar la producción. Además, no hay ningún auto que no tenga elementos importados y hoy cuesta que liberen las importaciones”, subrayó el empresario automotor.
INSALUBRE
Para Giorgi, en el Gobierno “siguen sin darse cuenta de que quien toma estas decisiones está equivocado, porque si dejaran entrar los productos para terminar de armar lo que se exporta, exportaríamos más de lo que se importa sobre cada unidad”.
En ese sentido, aseveró que “estamos navegando en un mar de dulce de leche” y afirmó que “si no me debiera a tanta gente que trabaja conmigo, me quedaría tranquilo en mi casa. ¡Porque imagínate cuánto perdimos respecto al año pasado y cuánto necesito laburar para recomponer! La plata sin salud no sirve, y esto es insalubre”.
“Todo nace en el Gobierno. La responsabilidad no es de las fábricas. Las terminales están hechas para producir, no para tenerlas cerradas o a media máquina. Y Nosotros tenemos un negocio para vender, no para desestockearnos y para quedarnos con pesos que no valen nada”, indicó y finalizó: “Un auto importado, con todos los impuestos, hoy cuesta menos en dólares que en el país donde fue producido. ¿Quién paga esos platos rotos?”.
REDACCIÓN ON24