Buenos Aires volvió a ser la gran ganadora, recibió lluvias por encima de los 50 mm. Santa Fe y Córdoba en cambio volvieron a tener “un nuevo revés que se suma a casi un semestre de déficit hídrico”, como dice el experto de la BCR, Jose Luis Aiello.
Las estimaciones que hacen los ingenieros en la zona afectada por la sequía van de los 15 a los 25 qq/ha. “La situación es muy difícil, hace muchos años que no teníamos en la zona un panorama tan incierto en el corto y mediano plazo”, resumen en Carlos Pellegrini.
En Cambio, en el extremo sur de Santa Fe y el norte de Buenos Aires el cultivo está teniendo una recuperación muy importante y se estiman rindes de 35 a 40 qq/ha. En Córdoba la producción triguera se desploma. Los ingenieros de Noetinger dicen que “no hay enfermedades, la condición ambiental es de sequía extrema. Y si las hubiera, los trigos están en tan mal estado que no vale la pena tratarlos. No sabemos si se llegará a 15 qq/ha. Muchos forwards se están cancelando porque estiman que no podrán cumplirse por la caída en la producción”.
800.00 ha de trigo entre regulares y malas
La condición del trigo regular a malo subió 100.000 ha esta semana, totalizando 800.000 ha de 1,6 M ha sembradas en la región. El destino de 170.000 ha de trigo dependían de esas lluvias. Pero ahora 70.000 ha más, la mayor parte de ellas ubicadas en el centro sur de Santa Fe y el este de Córdoba, empeoraron su condición. Y en total 240.000 has se clasifican en malas condiciones. La decisión de secar estos lotes de trigo y pasarlos a soja de primera se afirma en el centro sur de Santa Fe. Aparte, a la falta de agua se suma que el 20 y 21 de septiembre hubo temperaturas de bajo cero grado a nivel del suelo y que dejó serios daños en espigas sobre todo en lotes que vienen de maíz o de trigo/soja.
Los ingenieros de El Trébol, Cañada de Gómez y Totoras coinciden en que esto dejará numerosos lotes fuera de carrera.
La mitad de la región con escasa humedad para transitar el período crítico
El 15% del trigo de la región comenzó a transitar espigazón, apurado por el estrés hídrico. Muchos de esos lotes se ubican en el centro sur de Santa Fe y este de Córdoba, donde ya casi no queda agua para atravesar el periodo crítico del cereal. Sin una pronta lluvia esos lotes son los que más resentirán el rinde. El 35% de los cuadros de la región se encuentra con la espiga embuchada, el 30% desplegando la hoja bandera y el 20% en encañazón.