Desarrolladores rosarinos recibieron bien, pero con cautela, las nuevas herramientas financieras para el mercado. Se trata de un flamante “Régimen Especial de Productos de Inversión Colectiva para el Desarrollo Inmobiliario”, creado por la CNV en conjunto con actores del sector, con el objetivo de traccionar recursos financieros a proyectos de la economía real.
“Este nuevo régimen tiene como fundamento la creación de instrumentos de inversión colectiva –bajo la forma de Fondos Comunes de Inversión Cerrados y Fideicomisos Financieros- que promuevan inversiones en la economía real, teniendo, a dichos fines, la industria de la construcción un rol clave en la reactivación de la economía nacional”, apuntó la CNV.
No obstante las buenas intenciones de la normativa, dos empresarios rosarinos del rubro, aseguraron que habrá que esperar y ver cuál es su reglamentación e implementación final, para conocer si son instrumentos que realmente moverán el mercado.
“Yo no tengo dudas de que el desarrollo del mercado inmobiliario va de la mano del mercado de capitales, el mundo funciona de esa manera mientras en Argentina seguimos dependiendo de inversores propios”, dijo a ON24 el titular de la desarrolladora G70, Ari Milsztejn.
Con todo, “hay que tomarlo con cautela y ver cómo funciona, pero es muy interesante porque le genera la posibilidad a muchos inversores pequeños de ingresar en el negocio inmobiliario y da mucha transparencia, seguridad y legalidad”, subrayó.
Por su parte, el presidente de MSR, Gabriel Redolfi, recibió con igual expectativa la normativa, pero también con las mismas dudas. “Todo instrumento que dinamice la construcción como actividad promotora de la actividad económica es siempre positivo”, dijo el empresario.
No obstante, “ya hemos visto en otras ocasiones que las políticas se anuncian pero luego son difíciles o poco operativas y pocas empresas pueden acceder”, agregó. Tanto Redolfi como Milsztejn tienen el recuerdo fresco de los créditos para desarrolladores anunciados durante el gobierno de Mauricio Macri, que arribaron con bombos y platillos y quedaron prácticamente en nada.
“Además de ver de cerca cuál es su reglamentación, habrá que analizar la carga impositiva y la cantidad de intermediarios que existen, que suelen encarecer el proceso y que lo termina pagando el inversor”, apuntó Redolfi. Y concluyó: “El éxito de las herramientas que se generen para movilizar el sector depende de que sean ágiles, eficientes, y de bajo costo”.
Modelos particulares y exitosos
En la búsqueda de oportunidades en un contexto económico difícil, G70 y MSR -cada una por su parte- pusieron recientemente en marcha instrumentos de inversión para el ahorrista, tanto en pesos como en dólares.
G70 lo hizo a través del lanzamiento de un crowdfunding inmobiliario que -según Milsztejn- tuvo una colocación completa en solo un mes y medio. Mientras que MSR lanzó junto al Colegio de Escribanos Renta Real, una herramienta que permite al inversor obtener una renta efectiva del 5% anual respaldada por la garantía inmobiliaria de la empresa; y que -de acuerdo con Redolfi- tuvo una gran recepción en el mercado.