Crítica situación en el delta entrerriano

En diálogo con la agencia AIM, Cadoppi recordó que en la actualidad, en materia de desarrollos de manejo del agua, “se habla de un gran fracaso a nivel mundial”. Como ejemplo  citó el delta del Missisipi. “¿Por qué? Porque en el intento de transformar tierras bajas en altas y explotarlas como si fueran no inundables, la naturaleza dejó en claro su fuerza. Se terminaron de dar cuenta del fracaso cuando comenzaron a registrar,  ya que muchas islas que antes eran altas, ahora están bajo el agua debido a que las modificaciones implementadas terminaron reteniendo más agua dentro del mismo delta”.

El licenciado explicó que el Delta del Paraná comienza a manifestar los mismos síntomas, y opinó que “si seguimos en esa dirección, más de 20 millones de habitantes sufrirán este deterioro, ya que el Delta es la más grande reserva de agua en superficie destinada para consumo humano. Para dimensionar las cuencas del Paraná y el Uruguay basta con recordar que el 25 por ciento del agua de Sudamérica pasa por éstas”.

En situación terminal
El Delta entrerriano llegó a una situación terminal y permanece aún bajo agua desde mediados de 2014, debido a la ausencia total del Estado provincial en la regulación y control de las obras públicas y privadas, a la ejecución de trabajos sin estudios previos de impacto ambiental, y a la arbitraria e inescrupulosa asignación de los fondos públicos, como es el resistido Dragado del Arroyo Sagastume en Villa Paranacito.

El ruralista evocó que “la semana del 23 de marzo llegó la draga que realizaría el dragado del Arroyo Sagastume, por lo que dedujimos que se confirmarán las denuncias que el diputado Lisandro Viale realizó sobre este tema y sobre los barrios náuticos en Villa Paranacito”.

Cadoppi recordó que desde 2012, productores y habitantes del departamento Islas del Ibicuy han solicitado al gobernador, Sergio Urribarri,  al ministro de la Producción, Roberto Schunk, y a la dirección de Hidráulica,  los estudios de este proyecto de dragado, pero afirmó que hasta el momento “no han tenido ninguna respuesta ni informe por escrito. El ánimo de los isleños está cada vez más caldeado por el ocultamiento de datos sobre este dragado y la asignación arbitraria de aproximadamente 40.000.000 de pesos”.

Miente, miente, que algo quedará
El titular de Srii consideró que “el ocultamiento de información por parte del gobierno es tal que durante 2014, el director de Hidráulica, Ing. Cristian Gietz, estuvo presente en una reunión con productores en el departamento y se comprometió públicamente enviar los estudios previos del nuevo proyecto de dragado del Arroyo Sagastume. Pero desde entonces y pese a la continua insistencia de los habitantes, Gietz no ha enviado nada”.

También aclaró que la situación “es de extrema gravedad e irregularidad porque cuando decimos ‘nuevo proyecto’, nos referimos a que inicialmente el dragado se había licitado por un monto cercano a los 16.000.000 de pesos, y que se realizaría ‘casualmente’ frente a los barrios náuticos denunciados por Viale. A fin de 2014 y después de dos años de reclamos de los isleños,  Hidráulica reconoció que el lugar a dragar estaba limpio y que el curso de agua fluida correctamente. Y ante tanta presión, propuso cambiar el lugar del arroyo donde se dragaría”.

Arbitrariedad
Para Cadoppi, “cambiar de lugar un dragado sin realizar los correspondientes estudios de impacto ambiental e hídricos, dragar un arroyo en el medio de su cauce y no desde la desembocadura hacia su naciente, y asignar 40.000.000 de pesos, es una arbitrariedad que provoca temor por la posibilidad de que se generen más inundaciones en la zona. Es muy sospechoso que las autoridades se resistan a no hacer pública la información y explicar a los vecinos del departamento cómo se va a ejecutar la obra. Pero más bronca genera que las autoridades piensen realizar el nuevo proyecto con la empresa que obtuvo la licitación y disponer la draga provincial para realizar trabajos frente al barrio privado en Villa Paranacito”.

Beneficios para pocos
El dirigente insistió en que “los lugareños insisten en la necesidad de conocer la obra en ejecución, pretenden saber cómo  se gastan los fondos que aportan los contribuyentes,  y si realmente generará beneficios para la zona y no perjuicios o beneficios para pocos”.

También detalló que “cuando los isleños ponen en duda si generará beneficios es porque ya hay antecedentes de obras públicas recientemente ejecutadas que han generado inmensos perjuicios por no contemplar cómo se escurre el agua y por negligencias en la construcción”.

En rigor, los lugareños hacen referencia al nuevo camino a Ibicuy que se está terminando de ejecutar desde la ruta nacional. “No tiene estudios previos de hidráulica (por lo menos al momento ningún funcionario los presentó públicamente) y lo que es peor,  varios puentes siguen obstruidos parcialmente. Lo que anunciaban como una obra que generaría progreso y de acceso al futuro puerto que las inversiones chinas utilizarían, se ha convertido en una represa de casi 60 kilómetros que inunda miles de hectáreas y no permite que el agua de lluvia, del Gualeguay o del Paraná llegue al río Uruguay. Pese a que hace más de cuatro años los locales están pidiendo los estudios de la obra, el gobierno provincial no responde”.

Políticos en la gatera
Cadoppi agregó que “algunos representantes de los partidos políticos se han acercado al departamento para evaluar in situ la situación y confirmar la situación de anarquía que hoy vive el Delta. Tal es el caso de Adrián Fuertes y Emilio Martínez Garbino, del Frente Renovador;  y del socialista Lisandro Viale. Otros, al igual que el gobierno provincial prefieren evitar el tema y no hablar al respecto, como los representantes del PRO, Alfredo de Angeli y Rogelio Frigerio. Es inexplicable que ambos no hayan asistido en diciembre de 2014 a la jornada ‘Suelo, agua y medio ambiente, una responsabilidad de todos’ que se realizó en Gualeguaychú”.

Alerta roja
Cadoppi  alertó a la población de toda la provincia sobre el colapso del Delta y señaló que “no afecta solamente a los isleños. Cuando menos agua pueda pasar por el Delta, más grandes serán las inundaciones en Rosario, Paraná, Gualeguay, Concordia y hasta Buenos Aires. El Delta es el mayor reservorio de agua dulce de la Argentina y hoy, el gobierno provincial y los  políticos de la oposición están permitiendo que se destruya”.(AIM Digital)

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