El detrás de escena del cierre de Johnny B. Good y qué está pasando con los bares en Pichincha

Luego de ocho años de presencia en la ciudad, bajó sus persianas.

Cerró Johnny B. Good (JBG). Luego de ocho años ininterrumpidos de presencia en la esquina de Oroño y Güemes, uno de los bares temáticos cuya puesta en escena subió la vara en Rosario, baja sus persianas en medio de una inusitada crisis, sin llegar a un acuerdo para renovar el contrato de alquiler. 

El cierre de JBG resulta de una confluencia de factores que comparten todos los gastronómicos, pero sobre todo los más grandes, cuyo diferencial es el consumo presencial, que requiere buenas ubicaciones con altos alquileres y costos elevados de personal y servicios; para quienes la pandemia fue el golpe de gracia. 

“Sin dudas que el desenlace tiene que ver con el Covid, pero la gastronomía venía golpeada por años complicados; de hecho, en enero tomamos la decisión de cerrar los turnos de mañana y mediodía y abrir solo a la noche, sabiendo que la cosa venía bastante floja en general”, contó a ON24 uno de los gerentes de la marca. 

“Además -siguió- nos agarra justo cumpliendo los ocho años de contrato del alquiler que se tiene que renovar en septiembre, y no pudimos llegar a un acuerdo con el dueño (…) Es entendible de ambas partes, pero está claro que un concepto gastronómico no puede afrontar el alquiler de un local de semejante magnitud (700 m2) como si trabajase al 100%, cuando por el distanciamiento y la restricción horaria, lo hace al 35%”.

Con un difuso panorama hacia adelante “era irresponsable firmar un contrato por otros cuatro años”; además, “el formato gastronómico fue cambiando a opciones más al paso y distendidas; por eso no descartamos un regreso de la marca, pero con una modalidad más adaptada a la realidad”, afirmó el empresario. 

Respecto a las demás marcas del rubro que gerencia Efes Management Group, entre las que se cuentan Peñón del Águila y Negroni, entre otras; “no estamos barajando cierres ni mucho menos, dado que tienen estructuras más livianas y manejables que se pueden mantener en este impasse”. 

QUÉ PASA EN PICHINCHA

Si bien el cierre de jugadores emblemáticos de la zona causó un cimbronazo, en Pichincha -como en el resto de la ciudad- siguen haciendo el esfuerzo para que no haya más bajas; al tiempo que ruegan porque no haya una marcha atrás que los obligue a cerrar nuevamente.

“Cuando todo esto arrancó había informes que decían que los emprendimientos gastronómicos podían estar como máximo 16 días sin trabajar. Nosotros estuvimos tres meses cerrados, y el resto del tiempo atendiendo al  50%. Es un gran esfuerzo el que está haciendo la familia gastronómica para mantenerse en pie”, dijo a ON24, Leandro Iriart, secretario de Mercado Pichincha. 

Según Iriart, los bares han adaptado bien sus protocolos, pero todavía se observa cierta disonancia entre lo que los clientes esperan y el margen de maniobra de los locales. “El cliente se acerca a un comercio con su propio proceso de normalidad, en cambio nosotros, que estamos más cerca de las autoridades, venimos más con el chip de las medidas de prevención , y por ahí se da el choque”. 

Respecto a la posibilidad de una ampliación del horario de atención (hoy es hasta las 23.30), el empresario remarcó que desde el punto de vista de la contención de la gente y el comercial, sería una buena medida; pero se adaptarán a lo que digan las autoridades sanitarias. “La noticia que menos queremos es un retroceso de fase”, concluyó. 

REDACCIÓN ON24

Por Mariano Fortuna / m.fortuna@on24.com.ar

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