Italia seguirá vistiendo Puma

Es probablemente una de las alianzas que más haya dado que hablar en los últimos tiempos dentro del sector del marketing deportivo. Y no precisamente por el acuerdo en sí, uno más de los tantos que se dan en el mundo de la sponsorización técnica a nivel de clubes o selecciones nacionales, sino por las connotaciones que el mismo lleva intrínsecamente asociadas que han abierto un importante antes y después dentro del mundo del patrocinio deportivo en la especial relación entre auspiciado y patrocinador.

Italia seguirá vistiendo Puma

La Federación Italiana de Fútbol, la FICG, ha alcanzado un importantísimo acuerdo con la multinacional alemana Puma que será la encargada de seguir vistiendo a la azzurra durante los próximos diez años en un importantísimo acuerdo que consolida una de las uniones más representativas dentro del panorama futbolístico mundial y que, a su vez, asienta las bases sobre las que quiere expandirse el nuevo proyecto de Puma.

La marca de este modo se convertirá en el principal patrocinador de la entidad italiana durante la próxima década, un acuerdo que ampliará e incrementará los derechos de Puma dentro de la FIGC, convirtiéndose en la compañía que ostentará la Master License, que le permitirá gestionar activamente el portfolio de licencias a nivel mundial de la Federación, además de continuar siendo el sponsor técnico oficial de Italia en todas sus categorías.

La Italia de Conte… y de Puma

Si hay un hecho que suponga un antes y un después en el sector del marketing deportivo dentro de este tipo de acuerdos y un punto de inflexión en la relación de la Federación Italiana con Puma, este no es otro que el de la llegada del nuevo seleccionador italiano Antonio Conte.

El ex de la Juventus llegó al banquillo de la azurra tras el desastre de Italia como selección en el pasado Mundial de Brasil 2014 con una importante novedad: su llegada a la FIGC estaría financiada casi al 50% por la propia marca Puma. Es decir, cuando Conte firmó con la FIGC firmó dos acuerdos, uno como seleccionador italiano y otro como embajador de Puma, la única fórmula que permitía satisfacer la cantidad  de dinero que pedía el nuevo seleccionador a los dirigentes de la FIGC.

Se abría así un nuevo panorama en cuanto a la influencia de las marcas en sus relaciones con los patrocinados: era la primera vez que una marca se haría cargo de parte de la ficha de un entrenador con todo lo que ello conllevaba y con todas las críticas que ello supuso, argumentando para ello el posible interés comercial de la firma en que el seleccionador convocara a uno u otro jugador en función de su representación (o no) dentro de la compañía. Con la extensión del acuerdo de la Federación con Puma sólo queda por ver si el camino marcado por Conte será una práctica habitual a partir de ahora en la Federación para todos sus entrenadores futuros.

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