Días después de haber concretado el primer servicio de la naviera alemana Hamburg Süd en la Terminal Puerto Rosario (TPR), su gerente general, Diego Fernández Querejazu, dialogó con ON24, donde indicó cómo fue la actividad de la concesionaria de las Terminales 1 y 2 del Puerto en el primer trimestre del año.
En ese sentido, el ejecutivo resaltó que se ha encendido una luz de alerta en torno a las cargas de mineral de hierro. Además, se refirió a las millonarias inversiones que proyecta a futuro TPR, con el objetivo de lograr que la terminal opere con su máxima eficiencia. “El techo está lejos”, afirmó.
A continuación, la primera parte de la entrevista con Diego Fernández. En el número de abril de la Revista ON24, publicaremos la entrevista completa.
¿Cómo arrancó el 2015 la Terminal Puerto Rosario (TPR) en comparación con el primer trimestre de 2014?
El año arrancó con un poco menos de actividad que en 2014. Hay una disminución del orden del 10%. En particular, uno de los principales volúmenes que tenemos es el mineral de hierro, que este año empezó un poco más lento.
¿Preocupa?
Hay una luz de alerta en el mercado de mineral de hierro, en particular, para lo que se viene. Porque el precio internacional (CCR China) está muy bajo, en el orden de los US$ 65 contra los US$ 120 de hace un año. Entonces, hay algún signo de interrogación sobre qué va a pasar con los volúmenes. A medida que los precios bajan, el volumen sobre la hidrovía tiende a bajar también. Pero todavía no es claro el impacto.
El 2014 fue un año de importantes inversiones para TPR, adquiriendo dos grúas PostPanamx y contenedores Rotabox… ¿Para 2015 prevén nuevas inversiones?
Éste será un año de transición. En los últimos dos años se realizaron inversiones importantes, del orden de los US$ 17 millones, principalmente en equipamiento. Para los volúmenes que manejamos hoy en día, tenemos ya el equipamiento necesario. Ahora viene la etapa de sacarle rendimiento a los nuevos activos y de empezar a modificar la infraestructura en muelles y capacidad de acopio. Los plazos no están bien definidos aún; en la medida en que se vayan aclarando algunas incertidumbres del mercado, seguramente ya empecemos con inversiones en infraestructura.
¿Cuáles son, en concreto, esas incertidumbres que deberían esclarecerse?
De la coyuntura económica general, que afectan el comercio exterior, el nivel de exportaciones de ciertos commodities, qué va a pasar con la industria automotriz, que está muy vinculada al negocio de los contenedores. Aumentar la capacidad del Puerto solamente es necesario si hay presión del mercado.
¿Qué capacidad tienen hoy y a cuánto proyectan ampliarse?
Hoy en día, en contenedores en particular, que debería ser lo primero en ampliarse, tenemos capacidad para mover cerca de 50.000 contenedores por año y hoy estamos movilizando unos 20.000, o sea que tenemos capacidad suficiente para crecer…
… Y para este año, con la llegada de la naviera alemana Hamburg Süd, aspiran a alcanzar los 35.000.
Sí, no es una meta imposible. Para el corto plazo, estamos bien. Pero en un escenario de muy largo plazo, ya con modificaciones profundas de infraestructuras en términos de acopio y muelles, va a tener capacidad para mover hasta medio millón de teus. El techo está lejos. Es un proyecto de largo plazo, que hay que ir haciéndolo en diferentes pasos. Son inversiones importantes que hay que hacerlas con mucha cautela.
¿De cuánto sería la inversión estimada para alcanzar esa capacidad?
Para llevar a TPR de su situación actual a su máxima eficiencia, que está contemplado en nuestro Plan Maestro de desarrollo, tanto en contenedores como en otras cargas (hoy en día, TPR mueve unas tres millones de toneladas pero en su escenario de máxima eficiencia podría mover 30 millones de toneladas), hay que llevar a cabo inversiones del orden de los US$ 400 millones. Son inversiones que sí y sólo sí son viables con visión de largo plazo, pero para la industria están dentro de los rangos razonables.
¿Este tipo de obras fue exigido por Hamburg Süd para comenzar a atracar en TPR?
Hamburg Süd, para llegar, nos exigió ciertos estándares de trabajo en términos de profundización de muelle –hace un año que estamos dragando el muelle de contenedores y ya se agregaron casi dos metros de profundidad-, ciertos estándares de rendimiento, que, para lograrlo, hubo que invertir en una segunda grúa; estándares de información. Más que exigir inversiones, tanto Hamburg Süd como MSC nos van exigiendo ciertos estándares de trabajo que solamente se logran invirtiendo. Son procesos positivos para el Puerto, porque traen actividad, trabajo y nos van elevando la vara cada vez más para nuestro nivel de servicios.
Porque además buscan conquistar un nicho de mercado muy potente…
Sí. Hoy, el puerto de Nueva Palmira (Uruguay) es un actor relevante en la hidrovía, muy enfocado a las cargas de transbordos de Paraguay y algo de Bolivia, que es un mercado potencial muy grande al que TPR está buscando enfocarse. Porque los buques que llegan a Nueva Palmira pueden venir a Rosario con mejores condiciones, incluso, de calado, es decir, pueden cargar más tonelaje acá. Hay muchas ventajas desde el punto de vista de la logística y la operación.
¿A eso apuntará el segundo servicio de Hamburg Süd, si el mismo se consolida?
Es parte de lo que se va a apuntar sí con el servicio de Hamburg Süd, si bien son nichos diferentes. Nueva Palmira es un puerto muy importante en la hidrovía en el transbordo de cargas generales y graneles. En el negocio de los contenedores, los principales puertos son Montevideo, Zárate y Buenos Aires, que son la competencia directa de TPR. Entonces, si hablamos de transbordo de harina de soja paraguaya, nuestra competencia es Nueva Palmira. Pero si hablamos de contenedores, Zárate, Montevideo y Buenos Aires. Acá tenemos un puerto que puede resolver diferentes tipos de negocios en una misma instalación.
¿Es un desafío viable captar ese nicho?
No es descabellado, no es inviable, pero para que sea viable tenemos que lograr seguir consolidando ciertas cosas que se están haciendo muy bien y que históricamente no se hicieron. La carga necesita un lugar seguro, confiable y que dé respuestas. El Puerto de Rosario, históricamente, fue de incertidumbre. Hoy, estamos trabajando fuerte para que sea un puerto estable desde el punto de vista normativo, laboral, operativo. Y ésa ha sido la gran fortaleza que han tenido los puertos de Uruguay. Es un debe que tenemos nosotros.
REDACCIÓN ON24