Continúan los aprietes del Sindicato de Camioneros a los directivos del Grupo Razzini, exigiendo, sin marco legal alguno, que encuadren a sus empleados dentro de dicho sindicato, una situación que se agrava cada vez más, en un marco de violencia constante, mediante bloqueos en los ingresos de las playas de Razzini Industrial y Razzini Materiales, amenazas a los ejecutivos de la empresa y hechos de violencia de género perpetuado en las protestas.
Según indicaron desde la firma, se trata de una medida “ilegal” que interrumpió la distribución de productos desde esas instalaciones, situación que paralizó la logística y afectó el normal trabajo de la empresa, clientes y proveedores debiendo tomar medidas de protección para con los empleados, que actualmente se encuentran trabajando, por el accionar delictivo de este sindicato.
“Somos víctimas del Sindicato de Camioneros” afirman desde la empresa. Dada esta situación, el mismo 8 de junio, las empresas del grupo realizaron un pedido de intervención ante el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Santa Fe, el cual, sin brindar ninguna solución, archivó el reclamo y recomendó a los denunciantes realizar la denuncia penal correspondiente.
Dicha denuncia termina en una causa penal con detenidos y restricciones perimetrales dictadas por fiscales.
La Secretaría de Trabajo interviene en el conflicto, sin tener competencia para resolver temas de encuadre sindical y dicta la conciliación obligatoria. “Nos resulta inaceptable tener que realizar una conciliación obligatoria, con gente que ya había sido denunciada penalmente y en el marco de la escalada de violencia en que se está llevando a cabo este conflicto” comentan desde la empresa.
“Actualmente todos los empleados del Grupo Razzini poseen el encuadre sindical exacto para cada actividad, dado que ninguna de ella se dedica al transporte, se encuentran en los sindicatos de Empleados de Comercio, UOCRA y UECARA.” afirman las autoridades del grupo. Cabe aclarar, que al inicio de la pandemia, las empresas del Grupo Razzini no tenían ninguna deuda salarial, ni de leyes sociales con los empleados.
Esta situación de hostigamiento, amenazas, incluido violencia de género, ha llevado a las empresas Razzini Materiales y Razzini Industrial a comenzar un proceso de reconversión y liquidación, ante el deterioro económico sufrido por más de un mes de boicot.
El caso Mercado Libre
“Se está llevando con nosotros el mismo accionar que con Mercado Libre” nos relata un ejecutivo del Grupo Razzini. “Aprietes, extorsiones, bloqueos y amenazas para lograr tener más personas dentro de su sindicato, llevando a cabo acciones violentas por voluntad del sindicato que no los
tiene como afiliados. Nuestros empleados nunca dejaron de cobrar su sueldo en estos meses de pandemia, teniendo sus salarios y aportes al día. Nosotros, nuestras familias y ellos son víctimas de esta situación”.
Una agenda común del Sindicato de Camioneros parece tener un nexo a través de las empresas del país, para lograr tener más afiliados a su partido, en un marco de justicia que deja desprotegidas a las empresas.