Gustavo Calamari y Silvio Pajon, los emprendedores de Worms Argentina, contaron que llegaron a los estadios de futbol con su fertilizante organico a través del Ing. Daniel Spósito, pionero en asesorar a los clubes en temas de fertilización, que llegó a Independiente en 2012, cuando se hicieron los trabajos que modificaron la dinámica de la cancha. “Le siguió el Estadio Mundialista de Mendoza, donde por exceso de químicos el césped estaba muy deteriorado; logrando que a las 48 hs. con una sola aplicación tome un aspecto totalmente diferente”, dicen orgullosos. “Hoy 45 días después no se le agregó a la cancha ningún tipo de producto químico” cuenta Carlos Marini, responsable del estado del campo de juego, gozando actualmente el césped de muy buena salud.
Lo cierto es que el producto fue sorprendiendo, la experiencia corrió de boca en boca y hoy se está aplicando en River, San Lorenzo y Tigre; y se comenzaron los trabajos en las canchas del predio de la AFA.
En ese momento, las investigaciones explicaban los motivos por los cuales las plantas bien nutridas no sólo crecían más y daban mejores frutos, sino que no se enfermaban y no eran atacadas por plagas más que en un nivel de equilibrio. Es decir, una población vegetal bien nutrida jamás podía ser exterminada por una plaga natural sino que se establecía un equilibrio alimentario.
