¿El precio tocó piso? Esa -según Ari Milsztejn- es la pregunta que todos quieren descifrar. El titular de la desarrolladora G70 dialogó con ON24 acerca de los movimientos de un mercado que busca nuevas referencias, con precios a la baja e inversores ávidos de oportunidades. “Estamos con valores similares a los de 2002, pero la tendencia cambiará en algún punto no muy lejano”, subrayó el empresario.
Primero, hablemos de las novedades. Hace muy poco tiempo lanzaron un crowdfunding y ahora estrenan firma digital, ¿la pandemia los hizo pensar más en las herramientas tecnológicas?
Más allá de que la atención siga siendo personalizada, creemos firmemente que hay que digitalizar la empresa. Esto se observa claramente con el crowdfunding y el próximo paso será los fondo CNV, estrechando lazos con los instrumentos financieros.
La firma digital es algo que trabajamos antes de la pandemia y se aceleró ahora. Nos permite hacer operaciones seguras y con las mismas garantías jurídicas sin tener que estar en mismo lugar y el mismo tiempo con los clientes. Esa es un gran ventaja, por ejemplo, para muchos inversores que tenemos el exterior, pero lo es también para todos en Argentina.
Pasemos al mercado, ¿qué ves?
Está empezando a reaccionar. Hay muchas consultas, algunos cierres. Un perfil de consumidor fondeado en dólares que los quiere hacer valer y busca oportunidades.
Sucede que hay una idea en la gente de que el precio no tocó el piso y las conversaciones giran mucho en torno a eso, pero nadie lo sabe con certeza. El mercado inmobiliario -como todos- tiene ciclos de entrada y salida, y este es un buen momento para entrar porque los valores bajaron mucho.
El riesgo para un inversor es seguir esperando una baja, que suceda un cambio de tendencia y se termine quedado afuera.
¿Y eso pasará en el corto plazo?
El costo bajó cerca de un 25% en dólares, explicado en gran parte por materiales y mano de obra. Eso se traduce en que estamos con valores similares a los de 2002, lo cual, también indica que en la propiedad se tiene que volver a apreciar en algún momento no muy lejano.
¿Qué sucede con el trabajo en las obras? ¿La relajación de la cuarentena lo aceleró?
No mucho. Al principio eran cinco trabajadores, luego nos permitieron diez y ahora con protocolos se puede incorporar algunos más, pero el ritmo es bajo.
Las obras que están en etapa de terminación no son tan problemáticas, pero las que están en plena ejecución, si. De todas formas, no nos podemos quejar en comparación con lo que pasa en Buenos Aires, donde hace meses que las obras están frenadas.
REDACCIÓN ON24
