Una de las esquinas emblemáticas de la gastronomía rosarina como es Oroño y Güemes ya no contará con uno de sus pesos pesados. Queens debió cerrar el bar que ocupaba desde 2017 en el inmueble en el que supo funcionar el gimnasio Casa Amarilla entre 2008 y 2014.
En diálogo con ON24, Guido Orlandi, socio de la empresa Cuatromasuno SRL, que gestiona la marca, explicó que si bien la firma “está saneada”, apuntó que “ya veníamos de años con una caída en el consumo” y a eso “se le sumó la situación de la pandemia y la imposibilidad de negociar un alquiler diferente con el propietario”.
De esta manera, afirmó, “no quedó otra que cerrar de común acuerdo”. Orlandi indicó que el valor del alquiler del local “nos parecía que estaba totalmente desfasado para lo que es la realidad actual porque era en dólares”.
El empresario señaló que aunque se analizaron otras opciones para mudar el bar, aseguró que “la realidad es que hoy prefiero esperar”. En ese sentido agregó: “Por cómo viene la situación económica y la pandemia, que no se sabe si se vuelve para atrás o no, vamos a esperar y ver cómo evoluciona el negocio. No hay un horizonte concreto para la gastronomía, que va a estar muy golpeada”.
Ante este escenario, de momento, la empresa se quedará con Queens Deck, la concesión que obtuvo en el Parque Urquiza y para cual aún tiene dos años de contrato, más dos de prórroga. En este caso, Orlandi estimó que la reapertura sería para los primeros días de julio y con algunos cambios: “Queremos hacerlo menos restaurante y más amigable con el parque”, puntualizó.
También es intención de la firma mantener la propuesta de Queens River durante la temporada estival en el complejo de los Silos Davis, aunque para eso también habrá que aguardar, seguramente, la evolución de la situación sanitaria.
Si bien “se redujo mucho lo que era Queens, nuestra idea es seguir trabajando y, cuando todo esté más tranquilo, evaluar qué hacemos. Es todo muy incierto, pero nosotros queremos mantener la marca”, aseveró Orlandi.
OTROS CIERRES Y LA DEUDA
Al cierre de Queens Boulevard se le suma el del local céntrico de Rioja e Italia hace tres años y el de Puerto Norte (Torres Nordlink), aunque, en rigor, Orlandi aclaró que el primero se cerró para abrir Oroño “con la idea de refrescar la marca en el epicentro de la gastronomía”, y el segundo “fue una mudanza estratégica al local del Parque Urquiza, cuando tuvimos la concesión, pasando incluso a tener un salón de eventos más grande para 250 personas”.
Por último, consultado por el pasivo de la empresa, apuntó que a partir del ingreso de nuevos socios el año pasado, se regularizó la deuda, por lo que “no hay un problema por ese lado”. Además, señaló que había un pedido de quiebra por 270 mil pesos en Tribunales y afirmó que “en su momento dije que cuando surgiera el pedido de pago se iba a cancelar sin problema, pero todavía esa situación no se movió, por lo que no hubo necesidad de hacer nada”.
REDACCIÓN ON24